“En 2016, junto a otros sanitaristas ya veníamos advirtiendo que era necesario que desde el Estado se recomendara la vacuna de la Fiebre Amarilla a los argentinos que viajaban a Brasil. En ese momento ya se veía crecer el tema”, dijo hoy el ex ministro de Salud Daniel Gollán sobre la reactivación de esa enfermedad en Brasil y avisó que podría derivar en la reintroducción del virus en la Argentina. Por otra parte, advirtió que la suspensión de la entrega de antirretrovirales para tratar el VIH ya tiene consecuencias negativas porque en este momento la Argentina "es el país en el que más crece el HIV por año, es decir, es donde más casos nuevos se registran: seis mil por año, sobre todo en mujeres adultas”.
En lo que respecta a la escasez de vacunas para la Fiebre Amarilla, el ex ministro expresó que no fueron escuchadas las advertencias de los especialistas en el tema, quienes desde el año pasado han venido recomendando fomentar la vacunación: “Ya desde 2016 se sabía de una circulación grande del virus en varios estados de Brasil. El virus desde hace tiempo que se ha ido desplazando al sur de Brasil y el Ministerio argentino recién ahora se dio cuenta de que había que alertar a los que viajan”. De este modo calificó la actual “fiebre de vacunación (para la fiebre amarilla)”, producto de la falta de planificación, como un “emergente más de un plan de deterioro del Programa Nacional de Inmunizaciones”.
Los actuales funcionarios del Ministerio de Salud de la Nación, afirma Gollán, “creen que hacer campaña por la televisión para que la gente se cuide del mosquito” es suficiente, “como si fuera responsabilidad exclusiva de la población cuando es el Estado el que tiene la responsabilidad”, dijo Gollán con respecto a las políticas públicas de prevención del dengue. Afirmó que está comprobado que el impacto de este tipo de campañas que delegan en los ciudadanos la totalidad del cuidado de su propia salud “no pasa del 3 por ciento de efectividad”. Las políticas verdaderamente efectivas, aseguró, “pasan por el trabajo territorial”. “Para esta tarea durante nuestra gestión teníamos más de 600 agentes del Ministerio para capacitar en prevención casa por casa”, aseguró.
“Han desmantelado los equipos de prevención territoriales, le han quitado a todas las provincias del norte los fondos especiales para disminuir la presencia del mosquito transmisor del dengue. Para controlar la presencia del mosquito a nivel territorial, manzana por manzana. Todo eso hoy está desarmado. Con respecto a lo que pueda pasar con la fiebre amarilla, y la prevención de Dengue, Chikungunya y Zica, hoy estamos en manos de Dios. Y para los que no creemos en Dios, estamos en manos del azar”, advirtió el médico argentino que ejerció como Ministro de Salud durante el último año de la presidencia de Cristina Fernández de Kirchner.
“Es un plan general. Se está desvalijando el Programa Nacional de Inmunizaciones: cierran los espacios de vacunación, no hay personal, no mandan los descartables, las vacunas no llegan en tiempo y forma, se desarman centros de vacunación como el externo del Hospital Garrahan”, señaló Gollán.
Para Gollán en salud pública no hay casualidades sino más bien causalidades y en ese sentido destacó que no es extraño que con la administración macrista “hayan aumentado el 200 por ciento los casos de personas con Hepatitis A, cuando la teníamos prácticamente erradicada con dos casos al año”.
“Tampoco es casual que haya funcionarios de Cambiemos que plantean públicamente no vacunar a los niños”, dijo el sanitarista recordando el proyecto de la diputada de Unión-PRO Paula Urroz, que se dio a conocer a mediados del 2017, que proponía habilitar a que los padres rechacen vacunar a sus hijos.
Sobre la demora en la compra y la entrega de los antirretrovirales para el tratamiento del VIH por parte del ministerio, Gollán señaló que “la última licitación pública que se hizo para comprar estos medicamentos y los reactivos fue en el 2015. Desde ese momento se usó todo el stock que había quedado y no se hizo ninguna otra licitación. Se empezaron a hacer compras de apuro. No es el modo de hacerse cargo de algo que debería funcionar como un reloj. El objetivo es que el Ministerio de Salud ponga cada vez menos dinero en todos los programas”, señaló para luego alertar que “la Argentina tiene en este momento el ‘privilegio’ de ser el país en el que más crece el HIV por año, es decir, es donde más casos nuevos se registran: seis mil por año sobre todo en mujeres adultas”