La ceremonia de la 90ª entrega de los Oscar no tendrá entre sus protagonistas a Casey Affleck. Como marca la tradición, quien obtuvo el premio al Mejor Actor entrega al año siguiente el galardón a la mejor actriz protagónica. Pero el próximo 4 de marzo, cuando se entreguen estos premios, la tradición se quebrará porque Affleck no asistirá a la fiesta fruto de denuncias por acoso y por temor a posibles abucheos.
No hubo anuncio oficial del actor, pero un portavoz de la Academia de Hollywood confirmó lo que se rumoreaba desde hace días y valoró “la decisión de mantener la atención en el evento y en el gran trabajo que hay este año". En otras palabras: no quiso exponerse a un escrache en medio de la ebullición por las denuncias de abuso en Hollywood.
La productora Amanda White y la directora de fotografía Magdalena Gorka denunciaron en su momento a Affleck por su comportamiento durante el rodaje de lo que fue su debut como director, I´m Still Here. El hermano menor de Ben Affleck siempre negó las acusaciones y contrató a Marty Singer, reconocido abogado de celebridades, para cerrar un acuerdo del que nunca se dieron a conocer los detalles.
La aclamada actuación de Affleck en Manchester junto al mar le valió varios premios rumbo al Oscar del año pasado pero cuando fue nominado se conocieron las denuncias y comenzaron los resquemores. Aun faltaban varios meses para el escándalo de Harvey Weinstein, el productor con un largo historial de acosos que se dieron a conocer en octubre pasado, cuya caída generó el efecto dominó de las denuncias.
Cuando Affleck subió al escenario a recibir la estatuilla, la recibió de manos de la actriz Brie Larson, ganadora hace dos años por La habitación. Ella se negó a aplaudirlo. “Lo que hice habla por sí mismo”, dijo más tarde Larson. Affleck podría haber tenido que darle el galardón de este año a Frances McDormand, la actriz favorita, que compite por Tres anuncios por un crimen y personifica a la madre de una víctima de un femicidio.