Ellas se conocieron hace algunos años, compartieron varios escenarios donde pudieron desplegar talento y glamour gracias a las irreverentes Concha del Río y Nina Morante, dos de sus creaciones más aplaudidas.

Noralih Gago y Andrea Fiorino, dos comediantes rosarinas, vuelven a compartir el cruce entre el divismo desfachatado de Concha y la contundencia arrabalera de Nina, invitadas a participar en febrero al Ciclo Verano Fresquito que organiza el Teatro La Comedia.

Concha del Río nace allá por el 2000, en el unipersonal Solita para todo, una diva que según Noralih Gago tiene sus orígenes en su amor por la ampulosidad de los artistas españoles.

"Me gustaba cómo saludaba Rocío Jurado, tan ampulosamente y me dije 'Yo quiero hacer eso pero no me animo', hasta que en una mesa de Mirta Legrand apareció la otra cara que completó mi personaje: una actriz argentina, medio olvidada, interrogada por Legrand sobre lo que estaba haciendo. Le dice que venía de hacer un gran éxito en Madrid ¡Y era una gran mentira!".

A Gago la deslumbró esa posibilidad de creerse diva y mentir de una forma tan evidente pero efectiva a la hora de conectar con el público, que un poco está en la esencia de la creación actoral.

"Es la fascinación de hacer a Concha del Río y que la gente se enganche tan rápido con algo que es mentira; jugamos a ser eso, dentro de ese divismo me encuentro con Nina Morante en México, compartimos muchos festivales de cabaret y nos adoramos como se adoran las divas", dice Gago. Por su parte, Andrea Fiorino recrea a su Nina Morante, "la dama vibrante del tango", apelativo que es casi un homenaje a aquella recordada Norma Egar, conocida como "La dama elegante del tango".

"A este personaje lo armé por primera vez en el Cabaret Anfitrión, espacio fundado por Noralih. Tenía la idea de hacer una tanguera y lo hicimos también en el teatro porteño El Cubo, dentro del "Concha del Río Cabaret", lo metí en varios espectáculos y era algo que quedaba pendiente, volver a juntarlas y aquí estamos", cuenta la Fiorino a Rosario/12.

-- ¿Cómo nace la idea de crear un Festival Internacional de Cabaret?

Gago: ‑- El Festival Internacional de Cabaret de Buenos Aires nace por un concilio cabaretero, una especie de aquelarre de cabareteras que habíamos compartido en el 2015 el Festival Internacional de México, dos cabareteras españolas, las reinas chulas que llevan ya 16 ediciones de su propio Festival Internacional de Cabaret en México, y Fiorino y yo representando a la Argentina. Largas discusiones y charlas acerca de un arte similar que compartíamos y nos gustaba hacer, en ese concilio surge la propuesta de difundir cada una en su región el cabaret; con Andrea vinimos muy entusiasmadas y pensamos hacerlo en la Argentina. Así nace en el 2016 el Fica, el primer Festival Internacional de Cabaret en Argentina.

El festival fue todo un éxito, con 22 espectáculos y la presencia de seis compañías extranjeras, lo que motivó la realización de una segunda edición que se realizó el año pasado en la sala del Teatro Picadero.

-- ¿Qué diferencias se producen al trasladar el espacio íntimo de esta especie de café concert o teatro para bares, a un gran escenario como el de La Comedia?

-- Solo una gran diferencia, en los grandes escenarios no hay mesas y la gente no está bebiendo mientras ve el espectáculo, en el cabaret tratamos de que siempre esté presente el público; está más distendido y participa mucho más, solo cambia el tamaño del sitio -dice Gago.

Para Fiorino, se trata de un diálogo permanente con el público: "El espectáculo se termina de armar con el público presente en la sala", dice.

A la hora de destacar las particularidades de los dos personajes que se presentarán todos los viernes de febrero a las 21.30 en el Teatro La Comedia, las actrices se divierten mucho con este encuentro entre dos universos totalmente distintos, pero con grandes puntos de contacto.

"Concha no se sabe de donde sale, y Nina siempre está en Rosario -distingue la Fiorino‑ son muy amigas". Gago aclara que todo el glamour que su personaje pretende vender "es del Once, en algún momento, muestra la hilacha". Fiorino en nombre de Nina Morante, afirma que "en la calle San Luis se compran las plumas más baratas".

-- ¿Qué evaluación hacen del recorrido de este Ciclo organizado por La Comedia?

-- Juan Pablo Geretto arrancó un verano, el teatro empezó a armarlo, se consolidó el año en el que estuvimos con Trapani, se hacían en ese momento dos espectáculos toda la temporada, a partir de allí hubo un elenco rosarino y uno porteño por mes, el Ciclo fue creciendo porque el Teatro La Comedia está trabajando muy bien, tanto en la difusión como en las propuestas; hay para todos los gustos", dijo Fiorino.

Ante la pregunta de lo que implica hacer humor en estos tiempos, las dos coinciden en la dificultad de hacer reír actualmente. "Hay muchas cosas que diríamos, que no las vamos a decir porque se divide la platea, encontramos la forma sutil de hacer esa crítica, para poder hacer el humor que nos gusta hacer", reflexionó Gago.