Berlín en Buenos Aires

Pablo Mehana

La historia comienza con dos inmigrantes alemanes, Michael y Andre, llegados a la Argentina en la primera década de 2000 y que, como suele pasar, añoraban los sabores de su patria. Así, en 2012, nació Bratwurst, proyecto dedicado a recrear uno de los productos más emblemáticos de la gastronomía germana, las salchichas. Con una buena cantidad de variedades y un servicio puerta a puerta, con los productos envasados al vacío, el éxito fue casi inmediato. 

Dando un paso más, este 2016 lo finalizan con una gran inauguración, su primer local a la calle, bajo el nombre de Extrawurst, donde además de vender las salchichas se las puede disfrutar en el mismo lugar, preparadas según las tradiciones alemanas. La porción de Currywurst, de carne de cerdo condimentada con curry, jengibre, ajo y especias, incluye tres salchichas con salsa a base de curry y tomate, y papas fritas ($60). La Pankower, elaborada con mix de carne de cerdo y vaca, sazonada con mejorana, cebolla y especias, sale con una auténtica Kartoffelsalat (ensalada de papas) y chucrut ($80). Para los panchos se puede elegir varias opciones, como la Bierbratwurst (salchicha de cerdo marinada en cerveza negra) o la Käsebeisser parrillera, de carne de cerdo con queso, romero y mejorana ($40).

Un cartel en la ochava mezcla el nombre alemán de la marca con fileteado porteño, dando cuenta de la mezcla cultural. El interior es muy sencillo, con apenas algunas imágenes de Berlín y una bandera como decoración. Siempre llevan a la mesa una botella de agua de cortesía, aunque también se puede pedir gaseosas , algunas marcas de cerveza y, tras la barra, descansa una infaltable botella de Jagërmaister, por si algún valiente decide completar el menú con un shot del licor alemán. Para salidas en grupo, resulta ideal la Alles Wurst, una degustación de sus mejores salchichas, acompañadas con salsas y aderezos caseros, además de papas fritas o ensalada de papas a elección ($130). Todo rico, abundante y a muy buenos precios, en un auténtico viaje a Berlín a través de su icónica gastronomía callejera.

Extrawurst queda en Solís 1699. Teléfono: 15-6755-6575. Horario de atención: martes a sábados de 12 a 20.


El rock del gato

Pablo Mehana

El cocinero Andrés Plotno se fogueó en La Vinoteca de Gualterio Bolívar, trabajó en restaurantes en el exterior y, a su regreso, pasó por Paraje Arévalo, Florería Atlántico y Aramburu (como asesor). Finalmente, este año decidió volcar todo ese bagaje gastronómico en un proyecto personal, El Zanjón del Gato. El salón, acorde, está lleno de detalles gatunos en cada rincón y la carta refleja ese espíritu informal, invitando a la comida grupal y relajada, pero al mismo tiempo con una búsqueda gastronómica ambiciosa. Los platos están divididos en pequeños, medianos y sólo un principal, con porciones pensadas para compartir y probar la mayor variedad posible. Cada uno lleva unos pocos ingredientes muy precisos, desplegados en todo su esplendor. Zanahorias asadas con salsa de yogurt y zataar ($60), croquetas de calamar bien crocantes con puré de lentejas y un pickle de chorizo ligeramente picante ($65), huevo poché sobre puré de zapallo con un toque cítrico, espárragos y hongos de pino confitados ($90), son algunas de las opciones. Los platos más celebrados son la provoleta ahumada con tomates confitados y la textura crocante del pangratto ($90) y la codorniz frita, que se sirve entera ($110). Cervezas artesanales y una carta de vinos breve pero bien seleccionada redondean la propuesta. 

Un buen dato para quienes se encuentren en la búsqueda de un restaurante para celebrar Nochebuena sin pagar una cifra de cuatro dígitos: aquí están ofreciendo un menú de cinco pasos diseñado para la fecha, que con bebidas y café incluidos costará $600. Pero hay que realizar la reserva con tiempo, ya que son muy pocos los cubiertos que quedan disponibles para completar el cupo del pequeño local.  Es que a la hora de la cuenta (que llega a la mesa acompañada con stickers de gatitos para elegir y coleccionar), El Zanjón se gana a sus clientes con precios muy amigables para el nivel y originalidad de la cocina que, en otro ambiente más sofisticado, implicaría un desembolso mucho más alto. No hay excusa para no visitarlos y salir maullando de alegría.

El Zanjón del Gato queda en Bolívar 690. Teléfono: 4342-0845. Horario de atención: lunes a sábados de 20 a 24.


Esquina veraniega

Pablo Mehana

Hay espacios que, aunque funcionen todo el año, tienen una estación ideal. Cachita, por ejemplo, es claramente veraniego, por el ambiente distendido y por la comida fresca y ligera. Entre restaurante y rotisería, esta esquinita que todavía no cumple un año, goza de fama con perfil bajo entre los vecinos de Núñez. Durante el día, el interior refrigerado se vuelve refugio contra el calor. Los habitués se acomodan en banquetas altas frente al mostrador de madera que recorre el local zigzagueando, o en la barra más pequeña, con vista a la vereda. El menú se despliega en una pizzara. Los wraps son el fuerte: hay vegetariano ($90), de pollo al curry o al sésamo ($100) o de falafel ($90), que también se puede pedir al plato, acompañado con ensaladas y tzatziki de yogurt ($100). Las ensaladas, que se pueden elegir en vidriera exhibidora, son una prueba irrefutable de la calidad y frescura de todos los ingredientes (desde $70). Muy buenas el tabule y la de rúcula con parmesano y unos deliciosos tomates secos. 

Por la noche, el público se disputa la única mesa comunal, ubicada en la vereda, perfecta para una salida grupal si se llega temprano y se logra ocuparla por completo. El menú es el mismo del mediodía, aunque a esa hora salen más los platos más contundentes, como la hamburguesa completa, con pan casero y guarnición de papas ($110), o el sándwich de bondiola braseada durante largas horas, que llega con batatas al horno ($130). Y no son pocos los que eligen Cachita simplemente para disfrutar unas pintas de cerveza tirada o una copa de Malbec ($60), acompañando con hummus o papas y un alioli bien hecho (desde $50). Los postres también son ricos: mousse de chocolate o de dulce de leche con garrapiñada de almendras casera compiten cabeza a cabeza con el crumble de manzana ($60). 

Cuando el combo de comida sabrosa y a buen precio se completa con buena música y cálida atención, no cuesta comprender por qué Cachita es uno de los secretos mejor guardados del barrio.

Cachita queda en Moldes 3102. Teléfono: 4543-1400. Horario de atención: lunes a viernes de 12 a 15 y de 20 a 23.