I
Por ejemplo, Frank Sinatra es un predicador vendetta que proyecta una mascarada celeste y paf, la otra mejilla siente desde allá arriba los padres ancestrales, alienígenos de largos cabellos, barba y bigote que tocan la trompeta junto a Orión mientras su perro se lame los huesos metafísicos.
II
Macedonio es el costado izquierdo del gran Miguel de hidalga figura.
Dulcinea es Dulce persona.
Sancho Panza es un zapallo que se hace Cosmos.
III
Un lucero es una mujer que puede aguantar tres años la respiración debajo del agua. Y cuando sale respira, respira, respira como la reina de las respiraciones.
IV
Fogwill es un viejo mesías que florece en la lenta combustión de los tabacos.
La chica punk es un carricoche extraño que merodea los suburbios de aceituna suburbana.
Las partes del todo se estrellan contra el muro de Pollock y chorrean babas narcóticas. Con Fogwill y Pollock nunca se sabe.
V
Un lucero es un alma que no vive siempre, pero no muere nunca y que busca el pájaro de los planetas que lleva en sus alas el tal vez de las palabras.
VI
La duda es un hombre que tiene un demonio en el cuerpo, que tiene una mujer en el cuerpo, que tiene un avispón en el cuerpo, que tiene un ser bifronte en el cuerpo, que tiene ciruelas en el cuerpo, que tienen murciélagos en el cuerpo, que tienen carozos con alas, que tienen parientes, que tienen preguntas menstruales, que tienen algo mundanal e insoportable, que tiene un peristilo que dice cucú cucú con el paladar abierto o con el paladar cerrado. La duda es un lucero.
VII
Un lucero es alguien que necesita urgentemente nacer y nace, entonces respira el aire fúlgido y el pelo rojo de la vida le cae a torrentes sobre la espalda, y sin quererlo peca contra ciertas formas y usos y conveniencias, entonces se corta una oreja diamantina, la envuelve en una franela y se la entrega a una musa travestida de marqués para desmayarlo de hiriente hermosura.
VIII
Billy Collins es un día de diciembre, lleno de césped y cielo, es esa clase de día que no te deja opción más que recogerte el cabello o desabrocharte la camisa y sentir qué simple, qué simple es el aire que se respira.
IX
Un epitafio es un paladar y un paladar es el sepulcro de la palabra.
El silencio es un objeto que anda por el aire todo el tiempo, todo el tiempo.
El litógrafo hace del silencio una forma.
La noche hace del silencio un lucero.
X
La luna fatídica es una loba altísima.
El sol es un clarividente.
El lucero, un punto de vista.
XI
Por supuesto, Arreola es una migala.
La migala es un dios.
Dios, un cinturón de castidad violado por el lucero.
El lucero, un saltimbanqui con la cabeza llena de sol.
XII
Doce veces los pies del lucero pisaron la nervadura de la noche sin hablar, sin recorrer palabras. Pisaron la nervadura de la noche y nada más.
Trece aguijones dulces salieron de la penumbra, todos con afán de inyectar opacidad o sueños sobre la frente del lucero que respira debajo del agua.
Catorce movimientos hicieron las trece hojas de papel negro pegadas en la pared con saliva de lucero.
Y los recorridos.
Quince recorridos a veces a caballo. A veces, sobrevolando con un ala. A veces, en chino mandarín. A veces en picada. A veces siempre. A veces nunca. A veces.