Centros culturales, gremios, organizaciones sociales y políticas de la provincia y la ciudad de Buenos Aires confluyen en Unísono, un espacio que se pronuncia en contra del neoliberalismo y que se propone “dar la batalla cultural para disputar la hegemonía”. Viene tomando forma desde abril y fue presentado oficialmente hace poco más de un mes. El objetivo es la creación de un frente que, aparte de abrir la discusión teórica, se exprese mediante hechos culturales masivos. Hoy de mañana, en Vicente López, Unísono realizará un Foro por la Soberanía Cultural para pensar los pasos que seguirán en 2017 y sumar adhesiones.

“Unísono tiene la intención de funcionar como articulador en el campo cultural, para dar una batalla de ideas de un modo estratégico”, explica a PáginaI12 Tomás Bradley, uno de los dueños de la sala Hasta Trilce y uno de los impulsores de la iniciativa. “El triunfo de un gobierno como éste se puede dar sólo con una hegemonía neoliberal clara. Creemos que no hay que solamente manifestarse en coyunturas concretas, sino también problematizar lo neoliberal en sí mismo. Unísono sería una secretaría provocadora de acuerdos y unidades, una mesa promotora, donde hoy está sentado un gran arco de espacios políticos y culturales, al que buscamos ampliar”, define.

Con estas palabras delinea la especificidad de Unísono, teniendo en cuenta que ya existen otros espacios –como MECA o el Frente de Artistas y Trabajadores de las Culturas, entre tantos otros– dando la batalla cultural al macrismo. Con ellos, esta nueva agrupación “simpatiza”. “No hay contradicción. Los otros espacios se encargan de la defensa de intereses concretos. La nuestra es una práctica distinta, más estratégica”, compara. Desde el punto de vista práctico, la idea es generar “hechos culturales masivos” que cuestionen la hegemonía neoliberal. Aunque todo está por definirse en el encuentro de hoy –a las 11 en Club Banco Nación, Zufriategui 1251– y en los que le sigan. El puntapié tiene que ver con “articular lo disperso”.

“Hacemos un llamado en el campo de lo cultural, donde vemos que es posible la unidad. Porque una vez que el enemigo está adentro, la batalla es eminentemente cultural. Y es posible pensar en acuerdos amplios, porque lo opuesto está bien definido”, desliza Bradley, integrante del grupo musical La Lija. En un documento consensuado por los miembros de Unísono, aparece una cita de San Martín dirigida a Estanislao López, que habla de transar diferencias para batir a “los maturrangos”.

En este contundente texto de cinco páginas, Unísono sostiene: “El aparato cultural del neoliberalismo actúa desvinculando y desmembrando a la sociedad civil y los lazos solidarios que la entraman, debilitando la relación de los individuos con sus espacios y las diferentes proyecciones y significaciones del mismo: su historia, símbolos, problemáticas específicas, construcción moral, su tradición, sus acercamientos a la realidad, sus instituciones, sus intereses y valores en particular, a los cuales busca confundir con los intereses del poder dominante”.

A la iniciativa de Unísono adhieren grupos de teatro (como el Bachín y Kukla), bibliotecas populares, asociaciones barriales, otras agrupaciones (como el Frente de Artistas Ambulantes Organizados), medios de comunicación (como la revista Hamartia, Nuestra América y Barricada TV), salas (como La Carpintería), entre otros, además de espacios políticos y gremiales. “Queremos oponer una cultura que enlace a los individuos con sus espacios y entre sí, creando identidad en el marco de esa relación”: en síntesis, es éste el objetivo primordial de Unísono. La batalla está comenzando.