En su segundo día y tras permitir la salida de entre siete mil y 9500 personas, la evacuación de los barrios asediados del este de Alepo, la ciudad del norte de Siria que se convirtió en el epicentro de la última crisis humanitaria de ese conflicto, fue suspendida ayer, luego de que se escucharan nuevas explosiones.

La representante de la Organización Mundial de la Salud en Siria, Elizabeth Hoff, informó que tanto su equipo como el del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) fueron obligados a abandonar el área. “Hace unos minutos la operación fue abortada. Nos pidieron a la OMS y al CICR que abandonemos el área con colectivos y ambulancias, aunque no nos dieron ninguna explicación”, aseguró Hoff.

Por su parte, el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, una organización pro opositora con sede en Londres pero con una extensa red de contactos en el terreno, informó que la evacuación se detuvo en coincidencia con el sonido de varias explosiones en la zona. Según el Observatorio, excavadoras y camiones volvieron a colocar sacos de arena que hasta el jueves habían servido durante años de barrera para intentar frenar las constantes avanzadas del Ejército contra las zonas de la ciudad de Alepo que, desde mediados de 2012, están en control de milicias opositoras que buscan derrocar al gobierno nacional de Bashar al Assad.

Desde el exterior, el presidente de la oficina política de la insurgente Agrupación Fastaqim, Zakaría Malahifyi, acusó directamente a las milicias iraníes que pelean codo a codo con el Ejército sirio de haber disparado contra uno de los convoyes que transportaba a combatientes opositores desde los dos barrios que quedaban cercados en Alepo hasta la vecina provincia de Idleb, aún bajo control rebelde.  “La evacuación fue suspendida porque milicias iraníes con sus francotiradores atacaron el convoy a la altura de la zona Proyecto 1070, tras pasar por el corredor de Al Ramusa”, explicó el dirigente opositor en el exilio.

En cambio, el gobierno sirio acusó a “terroristas” (denominación que usa para todos los combatientes opositores) de violar la tregua que imperaba desde el jueves y de haber tomado secuestrados, según dijo la televisión pública en Damasco. Más tarde, la televisión pública siria informó que antes de la suspensión de la evacuación un convoy de colectivos que trasladaba gente de las zonas asediadas de Alepo fue detenido en una área dominada por el Ejército en el barrio de Al Hamdaniya, en el suroeste de la ciudad, y finalmente tuvo que dar la vuelta y volver a la parte donde aún están encerrados miles de personas, civiles y combatientes opositores. Según la televisión pública, ambos bandos están negociando nuevamente para reiniciar la evacuación.

Por su parte, Turquía denunció que 14 civiles del convoy de colectivos, que fue frenado y devuelto a la zona asediada, fueron asesinados por un grupo de terroristas extranjeros aliados al régimen sirio antes de liberar a la caravana que llevaba a unas 800 personas.

Mientras la suspensión de la evacuación fue confirmada por todas las partes involucradas, difieren las versiones sobre cuántos lograron escapar hasta ahora de Alepo. El Centro de Reconciliación Ruso en Siria, un órgano de Moscú, anunció ayer que todas las mujeres y niños ya fueron evacuados, mientras el gobierno turco lo desmintió y dijo que aún quedan muchos civiles encerrados en la devastada ciudad del norte de Siria.

Desde que comenzó la guerra civil en Siria más de 250 mil personas murieron y más de la mitad de la población tuvo que abandonar su casa y buscar refugio dentro y fuera del país. Además, hace ya unos años que el conflicto se convirtió en un escenario de enfrentamiento para las principales potencias del mundo.