El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, advirtió ayer que su gobierno tomará represalias contra Rusia, país al que acusa de interferir en las elecciones presidenciales de este año al haber, supuestamente, hackeado las cuentas de email del Partido Demócrata y de su candidata, Hillary Clinton.

“Creo que no hay duda de que cuando cualquier gobierno extranjero trata de impactar la integridad de nuestras elecciones nosotros tenemos que tomar medidas y lo vamos a hacer en el momento y el lugar que decidamos”, aseguró Obama durante una entrevista con la emisora pública NPR. “Algunas de esas medidas puede que sean explícitas y públicas, mientras que otras puede que no”, agregó el mandatario. Sobre el efecto que tuvo sobre la victoria electoral de Donald Trump el hackeo de los email y su divulgación posterior a través del portal Wikileaks, Obama dijo: “No hay duda de que (los ataques cibernéticos) contribuyeron a una atmósfera en la que el único foco durante semanas y meses fueron los correos de Hillary (Clinton), la Fundación Clinton, y rumores políticos entorno al Comité Nacional Demócrata”.

El jueves, la Casa Blanca le atribuyó al presidente ruso Vladimir Putin responsabilidades directas en las operaciones cibernéticas que filtraron miles de correos electrónicos de la ex candidata demócrata Hillary Clinton y que, según el oficialismo estadounidense, habrían sellado el destino de la elección presidencial. Sin embargo, el Kremlin sostuvo que esa versión es absurda.

“No creo que estas cosas ocurran en el gobierno ruso sin que Vladimir Putin lo sepa”, sentenció ayer Ben Rhodes, el principal consejero de Obama, al ser consultado sobre el informe publicado por la cadena de noticias NBC. Ese medio publicó un informe de fuentes de inteligencia no identificadas que sostenían que el mandatario ruso en persona había participado de la operación que filtró los correos electrónicos de miembros de la campaña demócrata con el objetivo de socavar la candidatura de Clinton. “Cuando hablamos de una intrusión cibernética significativa como esta, estamos hablando de los niveles más altos del gobierno”, agregó el asesor adjunto de seguridad nacional de la Casa Blanca. “En última instancia, Vladimir Putin es el funcionario responsable de las acciones del gobierno ruso”, señaló.

Pese a los reclamos y las denuncias de los demócratas, Trump niega todo y cuestiona los motivos del oficialismo saliente. “Si Rusia, o alguna otra entidad, estaba pirateando. ¿Por qué la Casa Blanca perdió tanto tiempo para actuar? ¿Por qué sólo se quejan después de que Hillary (Clinton) perdió?”, escribió Trump en su cuenta de la red social Twitter.

Por su parte, Clinton aseguró que su derrota en las elecciones del 8 de noviembre se debió a la confluencia de dos eventos sin precedentes: el ciberataque ruso y la reapertura de la polémica del manejo de sus comunicaciones digitales por parte del FBI. Según una grabación publicada ayer por The New York Times, Clinton dijo que su derrota se debió, en parte, a “rencillas” del presidente ruso Putin, contra ella. En esas declaraciones, hechas el jueves en un acto privado de recaudación de fondos en Nueva York, la demócrata achacó su fracaso a los cambios entre los votantes indecisos en los estados bisagra a última hora, debido a factores sin precedentes que cree que no se deben ignorar.

Clinton dijo que la carta del director del Buró Federal de Investigación (FBI), James Comey, que reabrió la polémica del manejo indebido de correos electrónicos de la candidata cuando era secretaria de Estado a una semana de los comicios fue uno de los factores que modificó el voto de los electores en estados clave, como los del Medio Oeste, Florida o Carolina del Norte. “Creo que eso marcó la diferencia en el resultado”, señala Clinton en la grabación, obtenida por el diario The New York Times. La ex candidata demócrata recordó que recibió más de tres millones de votos más que Trump a nivel nacional, algo que no fue suficiente para inclinar la balanza a su favor en los estados indecisos con mayor número de votos electorales.

El otro hecho que inclinó la balanza a favor del magnate, según la ex secretaria de Estado, fue el “complot sin precedentes de los rusos”, algo que, opinó, debería preocupar a todos los estadounidenses. Clinton aseguró que el ataque cibernético no fue sólo contra su campaña, sino contra el país y pidió una investigación a fondo en el Congreso, porque el público necesita saber qué pasó y para prevenir nuevos ataques. La ex primera dama se hizo eco de las informaciones que indican que Putin estaba al tanto. “Putin dirigió personalmente el ataque a nuestro sistema electoral y nuestra democracia, aparentemente porque tiene una rencilla personal contra mí”, aseguró.

La ex secretaria de Estado, que ha mantenido un bajo perfil desde su derrota electoral, aseguró que su relación con Putin se torció desde que emitió un comunicado condenando la ilegitimidad de las elecciones parlamentarias de 2011, que comenzaron a consolidar el regreso de Putin al poder. Según Clinton, Putin la responsabilizó de las históricas protestas tras aquellas elecciones contra Putin, algo que consideró que está detrás de la decisión de intentar cambiar el resultado electoral por medio de ataques cibernéticos. Esos ataques expusieron los correos electrónicos de sus más cercanos colaboradores durante la campaña y contribuyeron a reforzar la imagen de una Clinton en control de los órganos del Partido Demócrata y en contacto con élites políticas y económicas.