Los triunviros Carlos Acuña y Juan Carlos Schmid convocaron para hoy a una reunión del consejo directivo de la CGT. El objetivo enunciado es avanzar en la organización de la movilización del próximo 22 de febrero que lanzaron sus padrinos sindicales, Luis Barrionuevo (gastronómicos) y Hugo Moyano (camioneros) respectivamente. La iniciativa da cuenta del nivel de fractura que vive hoy la conducción de la central obrera ya que la nota no cuenta con la firma del otro triunviro, Héctor Daer, quien por ahora no respondió los llamados que le hicieran sus hasta ahora compañeros de conducción.

En rigor, la convocatoria de los triunviros no sólo es una expresión del avance de esta crisis sino que con ella buscan resolver el fracaso que significó el llamado a un plenario de delegaciones regionales que realizó la semana pasada Pablo Moyano, a la sazón secretario gremial de la CGT. Fueron muy pocas la regionales que aceptaron el convite a pesar de que la nota remitida decía que el encuentro iba a ser conducido por Moyano y Barrionuevo. 

Pero al mismo tiempo, la iniciativa de Pablo Moyano chocaba con las potestades que le confiere el estatuto de la CGT como secretario gremial. Ese es un cargo que no tiene capacidad para realizar una convocatoria de ese tenor y la mejor forma de resolverlo es hacerlo a través del consejo directivo. A partir de allí surge la idea de reunir al consejo cuyos integrantes deberán llegar hoy a la sede de la CGT un poco antes de las 14, la hora programada del encuentro. 

Hasta anoche no estaba confirmado que los sectores conocidos como los “gordos” e “independientes” participen de la reunión. Estos dos grupos, que mantienen diferencias con Camioneros, representan el sostén político de Daer, y habían planeado encontrarse durante esta semana. La intención era evaluar los pasos a seguir ante el avance de Moyano y Barrionuevo por controlar “de facto” la CGT. 

Mientras tanto, Schmid y Acuña marcaron dos temas a debatir. Al primero lo denominaron “análisis de la situación económica y social”. El siguiente es el más importante y se trata de la “puesta en consideración del documento elaborado en la ciudad de Mar del Plata”. Este es el texto que surgió del asado que organizó Barrionuevo hace 10 días en la ciudad balneraria y que titularon “Quien quiere oír que oiga”. En dicho documento los firmantes enunciaron duras críticas contra el gobierno y rechazaron de manera contundente a la reforma laboral impulsada por el oficialismo que, dicho sea de paso, en su momento había sido negociada y acompañada tanto por Schmid como por Acuña. 

Además, en ese documento, los dirigentes gremiales que participaron del encuentro, entre los que se encontraron Omar Plaini (canillitas) y Sergio Palazzo (bancarios) exigieron la derogación de la ley de reforma previsional, rechazaron el megadecreto de “desburocratización” del Estado, reclamaron negociaciones colectivas libres y sin topes, repudiaron la eliminación de la paritaria docente a nivel nacional y aseguraron que respaldarán a los gremios que “se declaren en conflicto”.

Mientras Camioneros pugna por endurecer la relación con el Gobierno, ayer uno de sus viejos aliados, el titular de la Unión Tranviarios Automotor (UTA), Roberto Fernández, planteó la necesidad de armar una mesa de diálogo que convoque el Gobierno con la idea de “fijar políticas de Estado que nos permitan una recuperación económica y social”. Fernández es uno de los integrantes del consejo directivo y de los gremios de transporte que continúa promoviendo el diálogo con Cambiemos.