La empresa Cargill no acató la conciliación obligatoria dictada ayer por el Ministerio de Trabajo provincial, agravando el conflicto laboral por los 44 despidos en la planta de Alvear. La multinacional no dejó ingresar a los trabajadores despedidos, por lo que el sindicato de Aceiteros, que denunció a la empresa y al gobierno nacional por militarizar el lugar con efectivos de la Prefectura Naval, decidió permanecer en el ingreso a la planta hasta tanto se cumplan las garantías mínimas de seguridad y salud laboral. La medida continuará hasta conocer los resultados de la audiencia convocada para hoy al mediodía por el Ministerio de Trabajo de la Nación, reunión que había sido notificada a los gremios antes que la provincia dictara la conciliación, accediendo al pedido de la empresa de tratar el conflicto en esa jurisdicción. "Responsabilizamos a la empresa y al gobierno nacional por el resguardo y la integridad física de todos los trabajadores y trabajadoras, como así también de los bienes de la empresa", advirtieron desde el gremio, que continúa en estado de alerta exigiendo la inmediata reincorporación de los despedidos.

Por la mañana, y como las partes mantuvieron su postura, el Ministerio de Trabajo provincial decidió dictar la conciliación obligatoria por los despidos en el complejo de Cargill en Alvear y Villa Gobernador Gálvez. La medida, que tiene vigencia hasta el 22 de febrero, implicaba la reincorporación de los operarios despedidos y el levantamiento del paro lanzado por el sindicato de Aceiteros. "Aspiramos a que se acate la conciliación porque eso va a generar un ámbito de tranquilidad para discutir la evolución de este conflicto", señalaba el ministro Julio Genesini, al término de la audiencia realizada en la sede local del ministerio.

Allí, el representante de la empresa repitió los argumentos que la multinacional hizo públicos a través de un comunicado para justificar las cesantías a los trabajadores que no habían aceptado los retiros voluntarios, a quienes reemplazarán con nuevo personal, y planteó que el expediente por el conflicto laboral en las plantas santafesinas y la de Bahía Blanca se trate en el Ministerio de Trabajo de la Nación. Las intenciones de la empresa encontraron eco rápidamente, ya que la cartera que conduce Jorge Triaca había convocado para hoy a las 12 a las partes en la Ciudad de Buenos Aires.

En el primer piso del edificio ubicado en Ovidio Lagos y San Lorenzo, los representantes gremiales manifestaron que venían manteniendo conversaciones con la empresa a partir del ofrecimiento de retiros voluntarios, pero intempestivamente cambiaron la postura y mandaron los telegramas de despidos. "Están dispuestos a seguir conversando para encontrar una solución que preserve los puestos de trabajo, por lo que decidimos dictar la conciliación obligatoria por 15 días hábiles para que se agoten las instancias", dijo Genesini al término de la audiencia.

Pero cuando los trabajadores, acompañados por los representantes gremiales y los inspectores de la cartera laboral provincial, llegaron a la planta a las 14 les comunicaron que la empresa no acataba la conciliación y no los dejaron ingresar. Desde el Sindicato de Obreros y Empleados de Aceiteros (SOEAR) denunciaron que "la multinacional Cargill -en conjunto con el gobierno nacional‑ tomó la decisión de militarizar la empresa con efectivos de la Prefectura Naval, sumando una nueva acción de hostilidad y ensañamiento con los trabajadores que cumplen sus tareas cotidianamente en la planta".

Por tal motivo, los trabajadores decidieron, en conjunto con el sindicato, permanecer en el ingreso a la planta. Además, precisaron que la Dirección de Salud Laboral del Ministerio de Trabajo provincial labró actas de infracción parando tareas en la planta por falta de personal, quedando legalmente comprobado que no podían trabajar en esas condiciones.

De los 44 despedidos, entre 7 y 10 son afiliados al Sindicato de Empleados de Comercio. El secretario Gremial, Juan Gómez, que participó de la audiencia de conciliación, se quejó porque la empresa no llevó a la audiencia el listado de trabajadores despedidos. Gómez remarcó que la multinacional es una de las empresas que más facturan en el mundo por lo cual no se justifican las cesantías. "Esto lo hacen para condicionar a los trabajadores, meterles miedo y precarizar la forma de trabajo en las plantas", resumió el mercantil.

Desde la CTA Autónoma de Santa Fe denunciaron que la multinacional "tiene un accionar delictivo" luego de haber violado la conciliación dos horas después de haberla firmado. "Esto expone el espíritu de Cargill al empezar, en semanas anteriores, a ´ofrecer retiros voluntarios´ y pese al compromiso asumido con los sindicatos envió telegramas de despido a quienes no suscribieron y ahora incumple la decisión ministerial", señalaron en un comunicado.

Competencia. Frente a la convocatoria realizada por el Ministerio de Trabajo de la Nación, Genesini dijo que no habían sido notificados. "Estamos abocados a trabajar los despidos que se produjeron en las plantas de Santa Fe, somos plenamente competentes", zanjó el funcionario, para luego señalar que desde la cartera estaban interviniendo sobre los retiros voluntarios. "Esto es una continuidad de todo este proceso para encarrilar el conflicto en este ministerio, una cuestión que fue planteada por las representaciones sindicales", abundó el funcionario, mientras las partes acordaban un nuevo encuentro para el próximo jueves en el marco de la conciliación.

-‑¿Encuentra alguna relación con la Reforma Laboral que propone el gobierno nacional sobre el argumento de la reestructuración?, le preguntaron al ministro.

-‑No creo que tenga una relación causa‑efecto, pero lo cierto que en todos los conflictos sobrevuela esta cuestión, se interpone la idea de flexibilizar las relaciones laborales. Esto genera más tensión de la que normalmente habría de por sí en una situación de conflicto como esta.

El pasado lunes, y tras haber recibido a los gremios industriales, Genesini dijo esperar que se mantuviera el leve repunte del último trimestre en el empleo registrado en la industria santafesina luego de varios meses en caída. Al día siguiente Cargill mandó los telegramas de despidos. El ministro consideró que hay que tener en cuenta "los esfuerzos de contención sobre los puestos existentes, el sector donde tenemos más Procedimientos Preventivos de Crisis es la industria y hay entre 10 y 12 mil trabajadores en la región en esos procesos donde se hicieron acuerdos que permiten ir sorteando coyuntura".