El auxiliar de una fiscalía de Mendoza acusado de violar a una niña de doce años, Lucas Fernández, se negó a declarar ante el fiscal Oscar Sívori. La suspensión de la declaración indagatoria se dio por recomendación de su abogado. El funcionario judicial, detenido cuando, la semana pasada, les suministraba cocaína a dos chicas de 11 y 12 años y abusaba de una de ellas, dejó la comisaría de Rivadavia y fue trasladado al penal de la Ciudad de Mendoza.

“Una de las razones por las cuales los abogados solicitaron la suspensión de la audiencia indagatoria de Fernández fue porque no conocían las pruebas que estaban en el expediente y pesan contra su defendido”, sostuvo Sívori, de la Unidad Fiscal de Rivadavia. Fernández había sido imputado por el delito de “abuso sexual agravado por acceso carnal”.

Minutos atrás de las declaraciones del fiscal, el abogado Roselló intentó justificar el accionar de Fernández, al asegurar que el hombre de 30 años había caído en un “error” al creer que las chicas tenían 17 y 18 años, en vez de 12. El fiscal volvió a salir al cruce: “El abogado defensor está en derecho de decir lo que él cree conveniente pero el Código Penal dice que los niños que tienen menos de 13 años no pueden prestar consentimiento para una relación sexual”.

Además de la causa principal por abuso sexual, el fiscal de Rivadavia informó que “se abrieron tres compulsas paralelas para que la Justicia Federal investigue, por un lado, la posible comisión del delito de suministro de estupefaciente a un menor de edad” y agregó que “también se mandaron dos compulsas, una por cada niña, a la fiscalía de San Martín, donde residen, para que se investiguen sus entornos”. Las dos víctimas presentaron signos de haber sido abusadas con anterioridad.