En enero se patentaron 118.924 vehículos, lo que implica una suba interanual del 24,9 por ciento. Las concesionarias celebraron el dato porque marcó un récord histórico de ventas mensuales. Además, vienen dulces desde el año pasado, cuando se patentaron 900.998 unidades en el mercado interno, muy por encima de la marca de los últimos años y la segunda mejor de la historia. La contracara de los festejos es el creciente peso de los autos importados, que no sólo desplazan a la producción local de vehículos y autopartes sino que presionan sobre la balanza comercial. De hecho, el ingreso de autos es uno de los puntos explicativos de que la Argentina tenga el déficit comercial más abultado en términos del PBI desde fines de los ’90.

Las cifras de enero marcan un promedio de patentamientos de 5405 unidades por día. Tres de cada cuatro ventas fueron de automóviles y prácticamente todo el resto fueron utilitarios. Muy por debajo quedaron los camiones. El primer mes del año es estacionalmente bueno porque los consumidores que retrasaron sus compras a finales del año previo para conseguir los nuevos modelos terminan concretando las operaciones. De todas formas, el mes pasado registró un record de ventas en las concesionarias. “Acabamos de completar el mejor mes de la historia de nuestra actividad”, dijo Dante Alvarez, presidente de la cámara de concesionarias (Acara).

Uno de los factores que empujó las ventas de vehículos en enero fue la eliminación de los impuestos internos a las unidades de gama media y alta, anunciada desde fines del año pasado con la discusión de la reforma fiscal.  El Gobierno eliminó el impuesto del 10 por ciento que pagaban los vehículos con precios de fábrica de entre 530 mil y 1,2 millón de pesos y mantuvo la alícuota del 20 por ciento para los de autos por encima de ese precio.

El buen momento del sector tiene costos. Según los últimos datos disponibles de Adefa, que agrupa a las terminales automotrices, el año pasado esas firmas vendieron a las concesionarias un total de 883.802 unidades. Sin embargo, apenas 259.008 fueron fabricadas en el país. Es decir que de todos los autos que se patentaron en el mercado local en 2017, apenas el 28,7 por ciento (259.008 unidades) se fabricaron en el país, el 69,3 por ciento (624.794) fueron importados por las terminales y el 2 por ciento (17.196 unidades) son autos importados de terminales no radicadas.

El alto peso de los importados tiene impacto en primer lugar en la propia producción nacional de vehículos, que el año pasado decreció un 0,1 por ciento frente a 2016. Similar desempeño registró la actividad autopartista, afirman desde AFAC, que nuclea a las empresas del sector proveedor. “Se observa que el boom de la demanda doméstica no está siendo captado por la oferta local. Esta dinámica responde a una estrategia regional adoptada por las terminales: focalizar la producción nacional a los vehículos comerciales por sobre los automóviles”, analizó la consultora Ecolatina, que dirige Marco Lavagna, economista del Frente Renovador.

El avance de los autos importados también tiene impacto negativo en la salida de divisas. Según el Indec, la importación de vehículos en 2017 subió un 40,9 por ciento medida en dólares y llegó a los 6297 millones de dólares, casi una décima parte del total de las importaciones nacionales.

En enero, la primera marca del mercado fue Renault, con 17.570 unidades vendidas, seguida de cerca por Volkswagen (17.181), Chevrolet (16.020), Ford (15.252) y Toyota (13.060). En términos de modelos, el vehículos más vendido fue el Chevrolet Onix (5077 unidades), seguido de la Toyota Hilux (4884) y el Toyota Etios (4862). Entre los autos caros de marcas no radicadas se destacaron el Jeep Renegade, con 1436 unidades vendidas y una suba interanual del 150 por ciento. El Nissan March avanzó hasta las 729 unidades, una suba del 39,7 por ciento. El Chery Tiggo 3 (marca que en el país está representada por el Grupo Macri) se ubicó en las 362 unidades, 128 por ciento por encima de enero de 2017.