El ex ministro de Planificación Federal, Julio De Vido, publicó una nueva carta en las redes sociales donde realizó reiteró su denuncia por persecución política. El ex funcionario kirchnerista describió que llevaba “cien días de prisión infame e ilegítima” como consecuencia de las políticas “de reafirmación del patrimonio” y de la “soberanía nacional” llevadas adelante en los doce años de gobierno kirchnerista y se refirió  al presidente Mauricio Macri como su “carcelero”.

“A cien días de esta prisión preventiva infame, ilegítima y contraria a los más elementales principios del derecho, en pleno siglo XXI, sé por qué estoy preso”, apunta De Vido en el texto y agrega que el fundamento es “por haber llevado adelante a través del Ministerio de Planificación las siguientes políticas y acciones de reafirmación del patrimonio, de la soberanía nacional, la consolidación y el crecimiento de la industria nacional, del mercado interno de consumo, la recuperación de derechos, en conclusión, de la mejora de la calidad de vida de todos los argentinos”. “Yo sé por qué estoy preso”, es el título elegido por De Vido para el texto que publicó en su cuentas de Facebook y Twitter desde la cárcel de Marcos Paz, donde se encuentra detenido y procesado con prisión preventiva por el supuesto desvío de 270 millones de pesos que tenían destino en obras para el Yacimiento Carbonífero Río Turbio y por la compra de buques con gas licuado.

No es la primera vez que el ex funcionario, uno de los pocos que acompañaron por completo la gestión de más de una década de los ex presidentes Néstor Kirchner y Cristina Fernández de Kirchner. Ya había publicado otros mensajes en los que, además de denunciar su detención como ilegal, se mostró molesto y desilusionado con la actitud de algunos de sus compañeros políticos al sentir que fueron pocos los que lo defendieron al momento de su detención. En la carta publicada ayer también señaló que sentía “pena y profunda tristeza ante la defección de algunos y la cobardía de otros” a los que consideraba sus compañeros, aunque apuntó mayormente a defender las políticas implementadas por su ministerio durante su gestión.

“No le tengo miedo al encarcelamiento, la perversidad, ni a la crueldad de mi carcelero Macri. No creo que esté aquí por alguna doctrina jurídica que lleve el apellido que lleve, sino por todo lo que realicé, junto a Néstor en Santa Cruz y a Néstor y a Cristina desde el MinPlan (Ministerio de Planificación)”, destacó el ex funcionario, haciendo foco en la modalidad de dictar prisión preventiva sin que se cumplan los requisitos de riesgo de fuga o de entorpecimiento de la investigación. Para poder encarcelarlo, De Vido sufrió el desafuero por parte de la Cámara de Diputados.

En su carta, De Vido también enumeró algunos de los logros de la política kirchnerista que fundamentarían su persecución. “La recuperación del Correo Argentino, en manos del Grupo Macri; la recuperación de Aguas Argentinas, en manos del Grupo Suez y la creación de AySA; la recuperación del espacio radioeléctrico, en manos de Thales Spectrum; la recuperación de Aerolíneas Argentinas, en manos del Grupo Marsans; la recuperación de YPF, en manos del Grupo Repsol; la terminación de Atucha 2, la terminación de Yacyretá”. De Vido puso especial énfasis en los grupos económicos a los que se enfrentó el kirchnerismo.

El santacruceño por adopción también se refirió a la situación actual de Yacimientos Carboníferos de Río Turbio y la causa por la que se encuentra en el penal de Marcos Paz. Destacó “la recuperación del carbón para la matriz eléctrica argentina a través de inversiones inéditas en el Yacimiento Carbonífero de Río Turbio y la construcción de una usina térmica de 240 MW para inyectar energía a la red nacional y también potenciar el desarrollo industrial de Santa Cruz”. En contraste, señaló que YCRT se encuentra “hoy con doscientas cesantías y en vísperas de su cierre”. Finalmente destacó que está “orgulloso” de todos sus compañeros de prisión, “los que están aquí en Marcos Paz, en Ezeiza o en cualquier otra prisión del país”, en referencia a los dirigentes kirchneristas perseguidos y detenidos como Milagro Sala, Luis D’Elía, Carlos Zannini, entre otros.