Francisco Alurralde fue despedido hace un mes de la Secretaría de Seguridad Social del Ministerio de Trabajo, luego de participar en la movilización contra la reforma previsional del 18 de diciembre, en la que fue golpeado, herido con balas de goma y detenido por la Policía de la Ciudad. Tras 14 años de desempeño en la cartera que hoy conduce Jorge Triaca, fue despedido por “órdenes de arriba”, según informaron las autoridades del Ministerio a los delegados de la Junta Interna de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE).
Ante esta situación, ATE inició una campaña para denunciar el “despido persecutorio” de Alurralde, acompañada por una juntada de firmas entre los compañeros y compañeras del trabajador, que tiene 42 años y dos hijos. “Lo único que hice fue estar presente en un reclamo junto a tantos otros trabajadores”, lamentó Alurralde, y agregó que “es increíble que sea justamente en el Ministerio de Trabajo donde ocurran estas cosas. Se trata de un despido totalmente arbitrario que me deja en una situación muy complicada, ya que tengo una familia que mantener y conseguir otro trabajo en este contexto se hace muy difícil”.
El trabajador fue uno de los más de 40 detenidos en la cacería desatada por la Policía de la Ciudad y la Federal en la segunda protesta contra la reforma previsional del 18 de diciembre pasado. Como a todos los detenidos, se le abrió una causa penal “sin ninguna prueba, mientras se lanzó en los medios una campaña de estigmatización donde, junto con otros trabajadores estatales, fue presentado como un ‘agitador violento’”, describió en un comunicado la Junta Interna de ATE. La causa abierta alega, entre otros elementos, “resistencia a la autoridad”.
El testimonio de Alurralde desmiente la acusación: “Apenas salí del subte fui violentamente detenido, luego de agacharme a buscar mis anteojos y recibir impactos de balas de goma. Una vez en el piso fui maltratado por la policía e inclusive recibí otro disparo de bala de goma a corta distancia y por la espalda”. El trabajador añadió que fue arrastrado tres cuadras, hasta ser detenido. Lo liberaron luego de diez horas de detención. Fue la primera vez que sufrió una situación de represión de esa intensidad.
El primer día hábil de 2018 Alurralde se enteró de que no podía acceder a su puesto de trabajo porque su contrato no había sido renovado, “sin mediar aviso previo ni causal de despido”, denunció la Junta Interna del gremio. El delegado general adjunto de ATE en el Ministerio de Trabajo, Sebastián Scarano, afirmó que han insistido todo el mes para que una autoridad con capacidad de decisión política los reciba, pero no han tenido respuesta. El delegado explicó que, ante la falta de diálogo, evalúan presentar una denuncia en la Organización Internacional del Trabajo.
ATE decidió defender el caso de Francisco, aunque no está afiliado al sindicato: “Tenemos por política defender a todos los trabajadores, más en un caso como este. No lo podemos permitir”, aseguró Scarano, en diálogo con PáginaI12. “La solidaridad de todas y todos los compañeros del sector es absoluta, de inmediato firmamos una nota pidiendo su reincorporación, ya que conocemos a Francisco y sabemos qué clase de trabajador y compañero es”, resaltó Lisandro Rodriguez Cometta, delegado de ATE y compañero de trabajo de Francisco.
Scarano destacó que no es la primera vez que se registra este tipo de persecución en el Ministerio, y mencionó como antecedente el caso de los trabajadores de maestranza el año pasado: “Estaban tercerizados y gracias a que se organizaron en un sindicato lograron que se respeten muchos de sus derechos. De ese grupo de trabajadores el ministerio echó a 30 activistas, entre ellos 6 delegados gremiales. Descabezaron a toda la organización”, explicó.