Sergio Maldonado, Andrea Antico y Verónica Heredia llenaron la mitad de la mesa, a la que minutos más tarde se sentaron, de pilas y pilas de papeles. Algunas atadas con hilos. Otras, anilladas con aros de carpeta de colegio. Son la tercera parte de los cuerpos que acumularon las causas judiciales iniciadas con la desaparición de Santiago Maldonado, el 1 de agosto de 2017, en el marco de un operativo represivo de Gendarmería sobre la comunidad mapuche Pu Lof de Cushamen, en Chubut. El expediente por el hábeas corpus de la familia es la pila más grande que se ve en la mesa y “terminará cuando se termine de definir las condiciones de aparición del cuerpo de Santiago”, sucedida en octubre pasado, en el río Chubut, aclaró Heredia, abogada de la familia. La causa por la desaparición forzada de Santiago tiene apenas dos pilas de hojas y “deberá terminar con los responsables de la muerte de Santiago, no aceptaremos otra cosa”, remarcó. Andrea es la compañera de Sergio, el hermano mayor de Santiago. A él, su cuñada lo sacó de los expedientes y lo convirtió en un recuerdo vivo: “Santiago era una persona libre. Puso el cuerpo por el reclamo de la comunidad mapuche, pero creía en todos los reclamos por una tierra para todos. No creía en el Estado, en este que lo asesinó”. Como su compañero, pidió Justicia por él y por todas las otras víctimas de la violencia institucional al finalizar el ciclo de charlas que organizaron a seis meses de aquel 1 de agosto.
La abogada de la familia Maldonado insistió en el reclamo de una investigación “independiente y exhaustiva” sobre la desaparición seguida de muerte del joven porque “en la causa del hábeas corpus actuó exhaustivamente el Ministerio de Seguridad para encubrir a la Gendarmería. No queremos que la de la desaparición dependa de ese Estado”, completó. Sergio Maldonado agradeció el apoyo de la sociedad para pedir “verdad y Justicia” por su hermano. Apuntó que le está dando “autonomía a las fuerzas armadas” y defendió a los organismos de derechos humanos del “ataque” del Gobierno nacional. “Gracias a los organismos es que nosotros llegamos hasta el día de hoy pidiendo verdad y justicia”. Por último, exigió que la secretaría de Derechos Humanos “debe ser independiente del Ejecutivo”.
La familia Maldonado organizó el ciclo de debates que propuso pensar desde la política, los medios de comunicación y la causa judicial los seis meses transcurridos desde la desaparición del más joven de los Maldonado. El encuentro sirvió para “completar el pedido de verdad y justicia” y “también porque desde el Estado quieren cerrar la causa con el pretexto de que Santiago se ahogó. Nosotros queremos que los culpables, desde la Gendarmería hasta los funcionarios políticos, paguen por lo que hicieron”, remarcó Antico. El ciclo culminó con las palabras de los tres, sumadas a la de los expertos Mirta Fabre y Alejandro Inchaurregui.
La inauguración estuvo a cargo de los diputados Horacio Pietragalla, Victoria Donda, Myriam Bregman y Leonardo Grosso. Pietragalla recordó la reacción del gobierno nacional ante la desaparición de Santiago Maldonado, “tan desprendida de cualquier sentimiento humano, de cualquier compromiso con la verdad y con la justicia”. Remarcó que el joven artesano de 25 de Mayo desapareció en el marco de “una represión ilegal no autorizada por ningún juez” aunque “el Gobierno y las corporaciones económicas quisieron hacer creer que no estaba en el lugar, que podía pertenecer a la RAM y finalmente que se había ahogado, pero la familia empezó a levantar la voz”. Por último, mencionó que el ascenso del único imputado por ahora en la causa, el alférez Emanuel Echazú, “es no solo una provocación a la familia sino un mensaje muy peligroso para la democracia. Le están diciendo a las fuerzas ‘hagan lo que quieran que los vamos a defender’”. Justo ayer, el presidente Mauricio Macri recibió en la Casa Rosada al policía Luis Chocobar, procesado por “excesos en la legítima defensa” (ver páginas 18/19).
Donda, Grosso y Bregman hicieron hincapié en el conflicto a partir del reclamo territorial de pueblos originarios que atraviesa todo el territorio nacional como el trasfondo no solo de la desaparición seguida de muerte de Maldonado, sino también del asesinato de Rafael Nahuel, muerto por la espalda por un disparo de la Prefectura, que perseguía a otra comunidad mapuche. Grosso insistió en que “el Estado es responsable de la desaparición seguida de muerte” de Maldonado, “(la ministra de Seguridad, Patricia) Bullrich, Macri, Echazú, (su jefe de Gabinete, Pablo) Noceti, digan lo que digan son responsables”. Bregman definió la desaparición y la muerte de Maldonado como “un crimen de Estado” y apuntó que “nadie es igual que hace seis meses” ya que “su desaparición y asesinato trajo a la luz la desaparición forzada de personas y la sociedad tuvo que volver a atravesar esa situación”.
Los medios de comunicación y cómo estos (mal)trataron el caso, a la familia de Santiago y a Santiago, sobre todo, fue el eje de la segunda discusión que dieron sobre el escenario del auditorio los periodistas Mario Wainfeld, Sebastián Premici, Maximiliano Goldschmidt, Fernando Soriano y Cecilia González. Coincidieron todos en la condena de las versiones falsas que desde los medios echaron a circular.
Versiones que el integrante del CELS, Federico Efron, traduciría en clave judicial: “400 veces se buscó a Santiago en donde no estaba. Además de denigrarlo a él y a la familia en los medios, los datos falsos entorpecen y dificultan la búsqueda, hacen que la causa no avance por donde debe”, reveló cuando le tocó exponer en la mesa sobre derechos humanos que inauguró Estela de Carlotto, presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo.
“Nos han matado un nieto y por ese nieto vamos a luchar”, le prometió Carlotto a Stella Maris Peloso, madre de Maldonado. La miró a los ojos y le dio un consejo: “La herida que queda cuando nos arrancan a un hijo, esa que no cierra nunca, solo se soporta con la lucha”. Antes de pasarle la palabra a la titular de Amnistía Internacional Argentina, Mariela Belski, Efron y el ex juez de La Plata Carlos Rozanski, Carlotto llamó a todos a “luchar para resistir al plan demoníaco de este gobierno que quiere transformarnos en un país sometido al designio de los poderosos”. “‘Nunca más’ es una orden; ‘memoria, verdad y justicia’, algo irrenunciable”, concluyó.