Los rusos aun tienen una grieta en su historia: José Stalin. El hombre que heredó el liderazgo de Lenin en 1924 y condujo con mano de hierro la URSS hasta su muerte en 1953, reprimió a sus opositores y generó su propio culto. A la par, pactó con Hitler antes del comienzo de la Segunda Guerra y luego debió liderar el asedio alemán, cuya derrota fue clave para vencer al nazismo en la contienda. 75 años después del momento clave de lo que los rusos llaman Gran Guerra Patria, dos periodistas se agarraron a golpes de puño por sus posturas contrapuestas sobre Stalin.
Ocurrió en la radio Komsomolskaya Pravda de Moscú. Allí estaban Nikolai Svanidze y Maxim Shevchenko hablando sobre el rol de Stalin en la guerra. Uno ponderó el sacrificio del pueblo ruso, que sufrió 20 millones de muertos; el otro alabó a Stalin. La discusión fue subiendo de tono y de las palabras pasaron a la acción.
Como el programa era transmitido por Internet con una webcam, pudo apreciarse cómo Svanidze se paró y fue hacia donde estaba Shevchenko, que respondió los golpes y tiró al suelo a su atacante. Dos personas ingresaron al estudio para separarlos, mientras la conductora seguía en su asiento y los instaba a dejar de pelear.
La URSS fue invadida por Alemania el 22 de junio de 1941, en lo que significó la movilización terrestre de tropas más grande de la historia: tres millones de soldados. La Operación Barbarroja, nombre que el operativo recibió del alto mando alemán, quedó estancada en diciembre, cuando el sitio de Leningrado (la actual San Petersburgo) y la llegada del invierno. Durante 1942, el asedio nazi llegó a Stalingrado, hoy Volgogrado. El 2 de febrero de 1943, los rusos repelieron la acción militar, en el hecho que marcó la derrota alemana en el frente oriental y un punto de inflexión en el desarrollo de la guerra. Hubo dos millones de bajas. En la retirada alemana se produjo el mayor combate de tanques de la historia, en Kursk, donde el Tercer Reich perdió el grueso de sus blindados.