Esta noche se celebrará la gala de la 32º edición de los Premios Goya, que otorga la Academia de Cine de España, y la representante argentina en el rubro Mejor Película Iberoamericana es Zama, cuarto largometraje de Lucrecia Martel. Por razones de agenda, la cineasta salteña no podrá estar presente en la ceremonia que se desarrollará en el Madrid Marriott Auditorium Hotel de la capital española, donde puede llegar a producirse un hecho inédito en la entrega de los galardones españoles: en caso de que Zama finalmente triunfe, sería el cuarto Goya consecutivo para el cine argentino. El año pasado resultó vencedor El ciudadano ilustre, de Mariano Cohn y Gastón Duprat, mientras que El clan, de Pablo Trapero, en 2016, y Relatos salvajes, de Damián Szifrón, en 2015, se alzaron con la estatuilla. Y en caso de que Zama gane, el cine nacional podrá festejar “la mayoría de edad” ya que será el Goya número dieciocho en el rubro Mejor Película Iberoamericana en 32 ediciones.

Basado en la novela de Antonio di Benedetto, Zama llegó a esta instancia luego de ser el elegido por los miembros de la Academia de las Artes y Ciencias Cinematográficas de la Argentina, quienes también seleccionaron al film para competir por una precandidatura para el Oscar a la Mejor Película Extranjera, que finalmente no consiguió. Al momento de su estreno, el crítico de cine de PáginaI12 Luciano Monteagudo señaló: “El monólogo interior que escribió Di Benedetto, a priori un enorme desafío para llevar al cine, resulta en cambio orgánico con la manera de narrar de Martel, especialmente después de su película anterior, La mujer sin cabeza (2008), donde la protagonista parecía perdida dentro de sí misma”. Por el Goya, Zama compite con la colombiana Amazona, de Clare Weiskopf y Nicolas van Hemelryck, una película donde la selva no es un escenario sino un personaje; con la mexicana Tempestad, de Taiana Huezo, que a través de un viaje subjetivo y emocional habla sobre cómo el miedo paraliza; y la chilena Una mujer fantástica, de Sebastián Lelio, que pone el foco en la historia de Mariana, una mujer transexual que deberá luchar por el derecho de ser quien es. 

En esta ceremonia se entregarán 28 estatuillas a los favoritos de la lista de nominados. La producción española que más opciones presenta es Handia, de Jon Garaño y Aitor Arregi, que encabeza la lista con trece nominaciones, mientras que La librería, de Isabel Coixet, cuenta con doce candidaturas. También suenan como favoritas El autor, de Manuel Martín Cuenca, candidata en nueve categorías y Verano 1993, ópera prima de Carla Simón, seleccionada en ocho rubros. Este año, en los premios Goya la diversidad idiomática dirá presente: compiten películas rodadas en castellano, vasco, catalán e inglés. En la gala también se entregará el Goya de Honor a Marisa Paredes. La actriz madrileña ha sido reconocida por su prolífica y calificada carrera. Con más de setenta y cinco películas protagonizadas, Paredes es una de las grandes intérpretes del cine español. 

Los encargados de dirigir la ceremonia serán Joaquín Reyes y Ernesto Sevilla. Los humoristas sustituirán a Dani Rovira, que había conducido la gala en las tres últimas ediciones. Y los abanicos rojos poblarán el Madrid Marriott Auditorium Hotel. En consonancia con los movimientos #MeToo y Time’s Up de Hollywood, la Asociación de Mujeres Cineastas y de Medios Audiovisuales (Cima) de España se propuso que los de esta noche sean los premios Goya que reivindiquen a la mujer. Por eso es que buscan llenar la gala de abanicos rojos con el lema “Más Mujeres”. Según detallan en un comunicado, sólo un 27 por ciento de los nominados en esta 32° edición son mujeres; además, “en ocho categorías, no existe ni una sola mujer”. Sin embargo, expresan que, a pesar de esta desigualdad manifiesta, dos de las cinco películas que aspiran al máximo galardón están dirigidas por mujeres: Verano 1993, de Carla Simón, y La librería, de Isabel Coixet. Cima pelea para que haya más mujeres que puedan trabajar “en guion y dirección, desde donde surgen las historias que luchan contra los estereotipos”, como así también en otros cargos de alta responsabilidad.