El lunes se entregarán en Mar del Plata los tradicionales Premios Estrella de Mar y, como era de esperarse, su antesala ya está dando que hablar. Sucede que un numeroso grupo de elencos decidió no participar de la ceremonia para hacer visible su rechazo a la gestión cultural del municipio de General Pueyrredón, sumergido en una profunda crisis de ajuste y vaciamiento en esa materia desde el inicio de la era Cambiemos. El año pasado, algunos de estos mismos trabajadores de la cultura sí participaron, e incluso aprovecharon su turno en el escenario para hacer masivo su reclamo, que gracias a eso cobró difusión nacional. Ahora, tras un año de ninguneos y persecución, dicen que ya hicieron todo lo que podían hacer frente a las cámaras y que participar del premio los hace “cómplices” de la gravísima situación.
Según pudo saber este diario, son al menos catorce los espectáculos que decidieron retirarse de la competencia, una cifra importante ya que representa casi el diez por ciento de las obras que conforman este año la cartelera del teatro independiente de esa ciudad. En concreto, los espectáculos dejaron pasar la fecha límite para presentarse a la selección, con lo cual sus obras quedaron automáticamente excluidas de la consideración del jurado. La Asociación de Trabajadores del Teatro de la Región Atlántica (Attra) respaldó esta decisión, ya que este año la política del colectivo fue dar libertad a cada elenco para que decida si presentarse o no al polémico premio.
“El año pasado hicimos un esfuerzo muy grande para utilizar el espacio de los Estrella para denunciar la situación político cultural y luego tuvimos un año muy duro, de mucha persecución”, cuenta a PáginaI12 Viviana Ruiz, directora de El Séptimo Fuego, uno de los más emblemáticos espacios culturales de Mar del Plata, que durante 2017 sufrió tres dudosos hechos de vandalismo que sus responsables vinculan a su “permanente denuncia a la administración”. “Después de dieciocho años de participar, este año consideramos que no tenía sentido hacerlo, porque ya hicimos todo lo que pudimos en relación a la denuncia. Vamos a permanecer al margen y confiar plenamente en nuestro teatro, en la defensa de nuestros espacios, en nuestro propio proyecto cultural”, señala la referente y directora de Una noche con Magnus e hijos, que el año pasado subió una bandera gigante al escenario de los premios pidiendo la renuncia de la secretaria de Cultura local, la polémica funcionaria Silvana Rojas.
Para Pedro Benítez, director de Don Fausto, otra de las obras que no participarán, “la política cultural del actual gobierno de la ciudad es el vaciamiento y la frivolidad y nuestro trabajo desde el teatro independiente está en las antípodas”. El teatrista fue uno de los que el año pasado tampoco entraron al auditorio donde se realizó la premiación, y en cambio se manifestaron en la calle con una gran intervención. “Toda la trascendencia que adquirió aquella protesta no produjo ningún cambio, sino más bien todo lo contrario. De este modo, frente a una política que ataca a la cultura consideramos que presentarnos al premio nos hace cómplices”, dispara, aunque advierte: “Esto no significa que renunciemos a exigirle al Estado lo que le corresponde y que sigamos reclamemos que la cultura es un derecho. Porque la cultura de una ciudad no es algo dado, es una dinámica que se construye”.
Más allá de que los teatristas que más activan sus denuncias contra Rojas y toda su administración no estarán presente el lunes, aun se espera que haya algunos discursos encendidos sobre el escenario, ya que el año pasado varios de los artistas de los espectáculos porteños se unieron en solidaridad con los de esa región. Además del pedido de renuncia a la funcionaria, varios otros son los reclamos que se le hacen a la gestión cultural, como el aumento de presupuesto cultural general, la suba y reactivación de las partidas de programas socioculturales, la suspensión de un proyecto que pretende revocar la disposición de exención de las tasas municipales a los teatros y el mantenimiento de las políticas de Memoria, Verdad y Justicia, fundamentales para una ciudad que sufrió la tortura y desaparición de distintos compañeros actores.