En febrero todas las localidades sacan pecho a la hora de exhibir su carnaval, sin importar la forma que adopte. La guía Carnaval en Argentina lista actividades en al menos una treintena de ciudades de todo el país, aunque el festejo es sin dudas mucho mayor y excede lo que cualquier guía pueda consignar. Las murgas porteñas aspiran a convocar un millón y medio de personas (según declaró a la agencia nacional de noticias Telam un representante de la Comisión de Carnaval), pero el conurbano también se puebla de propuestas de distinto calibre, que van desde avenidas adecuadas para el desfile de las murgas locales hasta grandes celebraciones al aire libre con grandes artistas (el municipio de Avellaneda, por ejemplo, convocó a figuras como la Delio Valdés y Miss Bolivia para algunas de sus fechas, además de espectáculos circenses y otros artistas). También habrá actividades -especialmente durante el fin de semana de los feriados- en Ituzaingó, Quilmes, La Matanza, San Fernando, Tres de Febrero, Lanús, Berazategui, Moreno, Morón, Merlo, Luján, Vicente López, San Martín, Pilar y Florencio Varela. En la mayoría de los municipios, estas actividades son gratuitas.
En las provincias los festejos son particularmente importantes. Para algunas regiones y ciudades son un punto destacado de su propuesta cultural o su atractivo turístico. Entre Ríos, por ejemplo, expone sus comparsas al mismo nivel que sus ríos y sus propuestas naturales para atraer visitantes. Casi todas las ciudades tienen su propio corsódromo para sus comparsas y en ese rubro el carnaval de Gualeguaychú impuso a fuerza de transmisiones televisivas y buena muñeca marketinera su marca de “carnaval del país”, convirtiéndose en uno de los motores económicos de la zona en todo el verano. El de Gualeguaychú comenzó durante la segunda quincena de enero y según fuentes oficiales, este año ya convocó a 70.000 turistas. Una cifra que confían superar con holgura en el mucho más fuerte mes de febrero. El corsódromo local tiene capacidad para 40.000 personas sentadas, entre las tribunas populares y los sectores vip, con precios que parten de los 250 pesos para los adultos y que habilitan a ver los desfiles de Kamarr (Centro Social y Cultural Sirio Libanés), O’Bahía (Club de Pescadores Gualeguaychú) y Papelitos (Club Juventud Unida). En la ciudad también se encuentran Ará Yeví y Marí-Marí.
El carnaval del norte es otra festividad muy arraigada en la cultura local. El de la Quebrada de Humahuaca, que combina los rituales ancestrales vinculados a la tierra con celebración introducida por los conquistadores españoles es particularmente distintiva y a diferencia de la mayoría de las otras celebraciones famosas, eminentemente urbanas, esta vincula a la naturaleza con los pueblos jujeños. Así, las comparsas bajan de los cerros para “desenterrar al diablo” sepultado el año anterior y luego recorren la región al ritmo de músicas tradicionales.
En Tilcara, por ejemplo, una propuesta parecida concluye con un entierro público del muñeco del diablo carnavalero con ofrendas de cigarrillos, hojas de coca y alcohol.
Volviendo al Litoral, la capital de Corrientes también ostenta tradición carnavalera, al punto de haber sido declarada “Capital Nacional del Carnaval” (y sostener todavía la costumbre de elegir una “Reina” en una velada especial, además de las diez noches en el corsódromo y las dos en un anfiteatro local). Sin la convocatoria de su par de Gualeguaychú, Corrientes igual convoca a miles de turistas para sus desfiles de comparsas.