Un atentado con coche bomba causó la muerte de 13 solados y dejó heridas a otras 55 personas en la ciudad turca de Kaysery. El ataque se produjo contra un colectivo. Entre los heridos hay civiles que viajaban en el autobús.
El coche bomba embistió al colectivo a las 8.45 de este sábado (3.45 de la Argentina) en una parada cerca del campo universitario de Erciyes, en una avenida en la que hay un cuartel militar.
El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, responsabilizó por el atentado a grupos kurdos. "Queda totalmente claro el objetivo esencial de la organización terrorista separatista y de sus tácticas y los blancos de sus ataques: es bloquear Turquía, meterle palos entre las ruedas, dispersar su fuerza y energía", afirmó el mandatario.
Así, apuntó al Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PPK), la guerrilla kurda que opera en el norte de Turquía y es considerada terrorista, tanto por el gobierno de Ankara como por la Unión Europea.
"Cuando ya nos había destrozado el corazón el incidente del pasado sábado por la noche en Besiktas, Estambul, este atentado con bomba en Kayseri aumenta nuestro dolor aun más", agregó Erdogan en referencia al atentado que la semana pasada dejó 44 muertos. Ese atentado fue perpetrado por los Halcones de la Libertad del Kurdistán, un grupo radicalizado que se separó del PPK.
Tras el ataque, una sede del prokurdo Partido Democrático de los Pueblos (HDP), fue asaltada en Kayseri por un grupo que quemó el local y desplegó una bandera turca. El HDP salió a condenar el ataque de hoy, así como había repudiado el atentado de la semana pasada.
Con todo, el gobierno turco considera al HDP el brazo político del PPK y ha ordenado en las últimas semanas el arresto de varios de sus dirigentes. El HDP es actualmente el tercer partido en cantidad de bancas en el Parlamento.