Uno de los grandes misterios del mundo del espectáculo en Hollywood es la muerte de Natalie Wood en 1981. Tenía 43 años y había rivalizado en popularidad con Elizabeth Taylor cuando, el 29 de noviembre de 1981, su cuerpo apareció flotando frente a la Isla Santa Catalina, en la costa californiana. Oficialmente, cayó del yate en el que viajaba junto a su esposo, el también actor Robert Wagner. La Justicia, que reabrió la causa en 2011, ahora siembra dudas sobre el hecho y definió como “persona de interés” a Wagner, que queda en el centro de la escena.
“Por primera vez” hay “declaraciones de testigos que retratan una nueva secuencia de acontecimientos en el barco esa noche”, informó un vocero del alguacil del condado de Los Ángeles. Un testigo afirmó haber oído gritos y ruidos desde el camarote que compartían Wood y Wagner. También se habla de un hombre y una mujer discutiendo en la popa del barco y que se trataba del matrimonio de actores.
La tragedia se dio en el yate Splendour, llamado así en homenaje a Esplendor en la hierba, una de las películas emblemáticas de la actriz. En el barco estaba el también actor Christopher Walken, que acababa de filmar una película con Wood, Brainstorm. Walken nunca habló públicamente del hecho, y se dijo que tenía un romance con Wood. Wagner reconoció que a bordo los tres discutieron.
Cuando el cuerpo fue hallado en el agua, la conclusión fue que la actriz había tratado de subir a una lancha inflable y que cayó al mar. El alto nivel de alcohol en sangre alimentó la versión del accidente, aunque llamaron la atención los pequeños moretones en brazos, piernas y una mejilla. Más allá del motivo por el cual ella se habría querido subir a la lancha, hubo un dato que no era ajeno a nadie en Hollywood: Wood le tenía pavor al mar. Siendo actriz infantil casi se ahogó en un accidente de filmación y el hecho la dejó traumatizada. No le tenía miedo a un barco, pero sí terror a estar sola en el mar, y era algo de lo que había hablado públicamente.
A bordo del yate había una cuarta persona, el capitán Dennis Davern, quien siempre sostuvo que Wagner no quiso llamar de inmediato a los guardacostas cuando en el Splendour se percataron de que ella no estaba en el barco. Las dudas sembradas por el capitán pusieron a Wagner como sospechoso, y hacia él apunta la investigación que se reabrió más de treinta años después del hecho.
“Las personas que están convencidas de que hubo algo más que lo que salió a la luz con la investigación nunca estarán satisfechas con la verdad. Porque la verdad es que no hay nada más que sacar. Fue un accidente”, aseguró Wagner en su autobiografía sobre la muerte de su esposa. Ambos estuvieron casados entre 1957 y 1962 y luego desde 1972 hasta la muerte de ella. En el medio, tuvieron otras relaciones, y una hija en común, que apoyó a su padre, a diferencia de Lana Wood, la hermana también actriz de Natalie, quien nunca creyó en la versión del accidente.
La CBS emitirá hoy un especial, Natalie Wood: death in dark water. La cadena informó que Wagner, de 87 años, se negó a hablar con los investigadores. El testimonio que podría cambiar todo sería de Walken o del capitán, las únicas dos personas, aparte de Wagner y Wood, que estaban a bordo.
La actriz comenzó su carrera de pequeña en el Hollywood de los 40. La transición a la adultez la hizo con Rebelde sin causa, que le valió una nominación al Oscar. Allí compartió pantalla con James Dean y Sal Mineo, que también tuvieron muertes trágicas: Dean en un accidente de auto, Mineo asesinado. Se mantuvo en primera línea durante los primeros años 60 con Amor sin barreras y Esplendor en la hierba y su carrera había decaído cuando se produjo su muerte. La posibilidad de que lo ocurrido en 1981 haya sido un crimen conmociona en un momento en que Hollywood debate los acosos y la violencia hacia la mujer.