Héctor Daer no se anduvo con vueltas para decir que "el 22 de febrero es una marcha de camioneros, no tenemos clara la agenda del sindicato", y que debería haber “una agenda colectiva”. Así, puso distancias con Hugo Moyano, quien había conseguido el apoyo de los otros dos miembros del triunvirato, Juan Carlos Schmid y Carlos Acuña, para la movilización anunciada.
La postura de Daer marca un clima de ruptura en la central obrera, y el dirigente de Sanidad no lo niega. Afirmó que , "hay que hacer un congreso de la CGT y nombrar una nueva conducción" si el triunvirato no garantiza la unidad cegetista, que es lo que debe "priorizar”.
El triunviro objetó la marcha por el hecho de que "la mayoría de las organizaciones sindicales no concurrieron al consejo directivo" del miércoles pasado, en el que se decidió la movilización. Así y todo, opinó que “la CGT no se puede partir”.
En una entrevista radial afirmó que “el movimiento obrero, y esencialmente la CGT, no pueden tener una estrategia parcial, espasmódica, que a veces no tiene clara su agenda", para así remarcar su oposición al acto del 22 de febrero. “Más allá de la marcha de una organización, tenemos que generar un gran debate”, agregó.
“Si organizaciones que fogonearon mucho el conflicto en diciembre, cuando hubo que parar por temas concretos como la reforma previsional no aparecieron y no pararon, ese es el principio de un análisis", cerró, en alusión a lo vivido cuando el debate de la reforma jubilatoria.