Si algo le faltaba a la complicada relación diplomática que mantienen Rusia y Estados Unidos es la divulgación de una lista con los nombres del núcleo duro que rodea al presidente Vladimir Putin. Todo indica que Donald Trump aceptó de mala gana ir en contra del líder del Kremlin, ya que no hizo lugar a un pedido del Congreso para sancionar a Moscú por su supuesta injerencia en las elecciones de 2016.
La lista, compuesta por 114 políticos y 96 oligarcas rusos, fue difundida por el Departamento del Tesoro, y está copiada de la página web del Kremlin y de un artículo de la revista financiera Forbes. Aunque hasta el momento no ha sido castigada ninguna de las personas que aparecen denunciadas, el secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, advirtió que podrían imponerse sanciones en el futuro contra los hombres fuertes de Moscú.
Para Putin, la lista daña las relaciones entre ambos países que, de por sí, se “encuentran en una situación muy complicada”, como nunca antes estuvieron en las últimas décadas. Putin, quien buscará la reelección en las elecciones del 18 de marzo, por seis años más, no está mencionado en ella, pero sí el primer ministro, Dmitry Medvedev, así como aliados presidenciales, ministros y líderes de compañías estatales rusas.
Algunos políticos rusos señalan que dicha lista es una muestra de la paranoia que existe en Estados Unidos con respecto a Moscú. Pero otros, como el ascendente líder opositor ruso Alexey Navalny, la apoyan totalmente. “Nosotros estamos complacidos de que todos ellos han sido reconocidos como bandidos y ladrones a nivel internacional”, escribió Navalny en Twitter.
Sin embargo, se preguntó por qué fueron incluidos en ella los nombres de políticos que no mantienen lazos con Putin, como el fundador y el CEO del buscador Yandex, la empresa de tecnología más grande de Rusia. Entre los 96 oligarcas, que el Departamento del Tesoro acusa de amasar fortunas por unos 1.000 millones de dólares gracias a su cercanía a Putin, figuran el magnate petrolero Roman Abramovich, dueño del club Chelsea, y Alisher Usmanov, quien posee una gran participación en el equipo inglés Arsenal.
Antes que difundirse la lista, Trump no hizo lugar a una serie de sanciones aprobadas por el Congreso contra Rusia, después de que la inteligencia estadounidense determinara que Putin había ordenado una campaña para perjudicar a la rival de Trump, Hillary Clinton, durante la campaña para elecciones presidenciales en noviembre de 2016.
Lo cierto es que el llamado “Rusiagate”, que viene lastimando a Trump desde entonces, basado en un supuesto vínculo entre el magnate y hombres de negocios del Kremlin, está lejos de haber concluido. Esta semana, la oposición demócrata acusó a Trump de provocar una crisis constitucional al permitir que se publicara un informe que cuestiona el papel de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) y el Departamento de Justicia, para manipular información contra Rusia. El documento menciona que el FBI favoreció supuestamente a los demócratas al utilizar la información proporcionada por Christopher Steele, un ex espía británico que escribió un dossier lleno de detalles sórdidos contra Trump. Los demócratas creen que este documento, elaborado por los republicanos de la Comisión de Inteligencia de la Cámara de Representantes, trata de erosionar la investigación que involucra a Trump. Incluso sospechan que puede ser utilizado para apartar al fiscal especial que investiga el caso, Robert Mueller, que ha venido recabando pruebas y testimonios sobre los supuestos vínculos entre la gente de Trump y el Kremlin.
Otra cabeza que puede rodar es la del fiscal general adjunto, Rod Rosenstein, que supervisa a Mueller. Hay que recordar que Trump ya despidió al ex jefe del FBI James Comey por su política rol en la investigación de la filtración durante la campaña de correos electrónicos privados de Hillary Clinton, que habría sido obra de hackers rusos. Según sospecha Trump, Comey habría protegido a la candidata demócrata en su investigación del contenido de esos mails, que revelaron serios conflictos de interés por parte de la ex Primera Dama, y que condujo a la renuncia de altos líderes partidarios a pocos días de la elección.
Con la difusión de ese memorándum secreto, Trump ha vuelto a pasar a la ofensiva luego de pronunciar esta semana su discurso del Estado de la Unión, que le valió que una ovación de los legisladores de su partido. Ayer Trump aseguró que dicho memorándum publicado demuestra su inocencia. “Este informe defiende totalmente a Trump en la investigación. Pero la caza de brujas rusa sigue y sigue”, afirmó Trump en su cuenta de Twitter, antes de llegar a su club de golf de Palm Beach, en Florida, donde pasará el fin de semana. “No hubo Complot ni Obstrucción (‘obstrucción’ es la palabra utilizada ahora porque, tras un año de mirar sin fin y no encontrar NADA, la idea de ‘complot’ está muerta). Esto es una desgracia estadounidense.”