River logró anoche una victoria que se le había negado en las últimas dos fechas de la Superliga. Se impuso por la mínima frente a Olimpo en el Monumental, donde tuvo un buen debut el arquero Franco Armani, que brindó seguridad cada vez que los bahienses lo pusieron a prueba.
Solo en el comienzo Olimpo intentó imprimirle algo de su ritmo al partido. Así, tras una buena combinación en las cercanías del área, Villarreal encontró un buen ángulo para sacar un remate que el arquero Armani tapó, cuando apenas se jugaban dos minutos del partido.
River reaccionó enseguida y, cuando Pity Martínez y Leo Ponzio se asociaron, tomó el control de la pelota y comenzó a generar peligro sobre el arco de Carranza, que se lució a los 11 tapando un disparo complicado al Pity y unos minutos más tarde, a los 21, le ahogó el grito a Scocco, tras una media vuelta del delantero dentro del área.
Si bien ambos conjuntos parecían dispuestos a mover la pelota en todo el campo de juego, que no lucía del todo bien pese a los enormes esfuerzos que River hizo para acondicionarlo, las imprecisiones en los pases ganaron su propio protagonismo, sobretodo en los últimos metros donde la presión se hacía notar.
En ese intercambio, River era mucho más claro. Ganaba terreno avanzando por las bandas y enviando centros para que resuelvan Scocco y Borré. Estuvo cerca de abrir la cuenta Scocco, a los 27, de tiro libre, con un disparo que pasó por arriba de la barrera y se fue apenas al costado del palo derecho de Carranza. Era un aviso. El arquero volvió a responder frente a un buen remate de Pity, con enganche incluido. Sobre el final de la primera etapa, River dominaba el trámite a su gusto, solo le faltaba el gol.
En el arranque de la segunda parte, Armani fue exigido esta vez por Vila y volvió a responder con seguridad. Después fue Borré el que sacó un buen disparo que contuvo Carranza. Luego de esas acciones, Olimpo comenzó a retrasarse y River no tardó en volver a controlar el partido, aunque seguía sin encontrar la ventaja. Esta llegó a los 55 minutos, en una jugada de tiro libre. Le dio Scocco con una rosca bárbara, la pelota pasó por arriba de la barrera y se metió en ángulo, Carranza no puso hacer nada para evitar la apertura del marcador.
Con la tranquilidad de la ventaja, Gallardo movió las fichas y mandó a cancha a Pratto y Quintero. Para entonces, las diferencias se ensancharon a favor de los locales. Pratto tuvo dos chances, pero no las concretó. Olimpo aguantó en su campo a la espera de una chance de contraataque y River lo liquidó con una jugada espectacular de Scocco, que desparramó rivales, eludió al arquero y sentenció el 2-0 final. Se retiró ovacionado cuando ingresó Mora, que volvía tras una larga recuperación.