Un reciente estudio del Observatorio de Energía y Tecnología, Oetec, sobre la evolución de la producción de gas en Argentina llega a conclusiones similares a las señaladas con respecto a la producción de crudo. “Todas las jurisdicciones desmejoraron su performance en los dos años de gestión de Cambiemos, algunas porque disminuyeron su producción y otras porque la desaceleraron muy fuertemente”. 

En total, son ocho provincias productoras. Federico Bernal, director del OETEC, explicó que “las únicas provincias que aumentaron su producción fueron Neuquén, Tierra del Fuego y Río Negro. Las demás extrajeron menos gas que en 2015. Sucede, sin embargo, que las tres que crecieron lo hicieron en 2017 a muchísima menor tasa que en 2016. En otras palabras, la política gasífera macrista está tirando abajo la producción de todas las provincias. En cinco de ellas ya es negativa; en las otras tres sigue creciendo, pero cada vez más lentamente”.

 Neuquen, la principal provincia gasífera, tuvo un crecimienrto del 9,3 por ciento entre 2015 y 2017. Pero el informe de Oetec advierte que “pasó de una tasa de crecimiento interanual del 7,2 por ciento en 2016, al 2,7 por ciento en 2017; si sigue en esa tendencia, en 2018 tendría una caída en la producción”.

Tierra del Fuego, la segunda provincia en importancia por extracción de gas, tuvo un salto del 44,3 por ciento en su producción entre 2015 y 2017.  “La expansión de esta provincia en 2016 y en 2017 obedece al yacimiento Vega Pléyade, proyecto heredado de la gestión anterior pero que recién se puso en marcha en febrero de 2016”, subraya el informe de Oetec. “De no haber sido por Vega, Tierra del Fuego hubiera estado en el grupo de las que cayeron”.

En el resto de las provincias productoras, se registró un aumento en Río Negro del 14,8 por ciento entre 2015 y 2017, y caidas en el mismo período en Mendoza (21,7), La Pampa (19,6),Saltq (15,6), Chubut (43) y Santa Cruz (3 por ciento).

Federico Bernal, al analizar los resultados, señala que “no podemos dejar de mencionar que Cambiemos heredó un sistema gasífero en crecimiento (3,4%), en recuperación sostenida desde fines de 2012, con una fuerte sustitución de importaciones y las principales empresas mejorando todos sus indicadores. Sin embargo, la notable recuperación fue tirada por la borda. Esto es gravísimo”.