"Queremos volver a vivir tranquilos en nuestro barrio, volver a utilizar el espacio público sin miedo", exigió María Susana Barciulli, vecina del Bosque Peralta Ramos, en la puerta del Tribunal Oral 1 de La Plata, donde junto a otros representantes de Vecinos sin Genocidas acompañaron el pedido de revocatoria a la prisión domiciliaria del represor Miguel Etchecolatz presentado este mediodía por las querellas de la causa Circuito Camps. El pedido advierte al TOF 1 sobre la ausencia de un mínimo control del cumplimiento de la domiciliaria y el respeto al derecho de víctimas, familiares y vecinos a vivir sin terror. "Si la pregunta es si esta sociedad está dispuesta a convivir con los genocidas, lo que sucedió desde que se le otorgó la domiciliaria a Etchecolatz indica que no", sostuvo la abogada querellante Guadalupe Godoy.
El pedido ante el TOF 1 —que lo condenó por 15 homicidios calificados y 101 secuestros— llegó con el respaldo de centenares de firmas de los vecinos del Bosque Peralta Ramos y de otros barrios cercanos de Mar del Plata "afectados por toda la gravedad de lo acontecido", describieron en el documento. "Hace un mes y una semana contamos con Etchecolatz disfrutando del verano en su jardín y su pileta. Desde que supimos de la domiciliaria nos empezamos a juntar con los vecinos con un único fin: que vuelva al único lugar en el que tiene que estar que es la cárcel", resumió Nicolás Grooper otro de los Vecinos sin Genocidas que llegó hasta La Plata.
"Su presencia implica para nosotros un despliegue al que no estamos acostumbrados, parece que hay que cuidarlo a él. Hay policías de civil y nosotros parece que fuéramos los peligrosos", lamentó Eugenia Diez otra de las vecinas que tomó la palabra en en las puertas del TOF 1, al que querellantes y vecinos también le pidieron que se traslade al Bosque Peralta Ramos para poder "evidenciar las situaciones que allí se suceden a diario y dimensionar los verdaderos perjuicios que nos ocasiona la 'convivencia' con el condenado por delitos de lesa humanidad".
Gustavo Calotti también es vecino del bosque, pero además es sobreviviente de la Noche de los Lápices y sobreviviente de Etchecolatz y desde fin del año pasado debe ver cómo "se pasea en las calles libremente con o sin permiso de la Justicia", como ocurrió días atrás cuando salió para atenderse en la clínica privada Colón. "Saber que este hombre es vecino mío, este hombre que fue amo y señor de la vida de la gente de Buenos Aires, no me da miedo pero me da qué pensar de este país que construimos", advirtió Calotti y agradeció la movilización para que "la impunidad no siga siendo norma en este país".
El pedido presentado ante los jueces también cuenta con el apoyo de organizaciones de derechos humanos de Mar del Plata y variadas organizaciones platenses como la Asociación Clara Anahí, la Universidad de La Plata, La Liga por los Derechos del Hombre o la Comisión Por La Memoria. "Si quiere estar en Mar del Plata, hay una cárcel que es la Batán, donde tiene servicio médico. Si está enfermo que vaya una cárcel donde va a estar cuidado y no va a correr peligro de descomponerse", exigió Nora Cortiñas, madre de Plaza de Mayo Línea Fundadora, otra de las organizaciones que respaldaron el reclamo.
A su turno, Godoy destacó la multiplicidad de respaldos que acumuló la presentación por ser "representativa de la afectación que provocó el genocida" y resaltó al importancia de la decisión de los jueces respecto del recurso presentado: "lo que puede ser tomado como algo técnico por los jueces es visto como un signo de impunidad". "Si la pregunta es si esta sociedad está dispuesta a convivir con los genocidas, lo que sucedió desde que se le otorgó la domiciliaria a Etchecolatz indica que no", aseguró.
"Olé, olé; olé, olá. Como los nazis le va a pasar, a dónde vayan los iremos a buscar", volvió a escucharse para el cierre del acto. "Sigamos construyendo la historia, no pasarán", alentó la abogada de derechos humanos marplantense Yamila Zabala Rodríguez a la espera de la decisión del TOF 1.