El Museo de Arte Contemporáneo de Buenos Aires-Macba está presentando la exposición Eduardo Mac Entyre. Sutilezas de la línea, que permite recorrer las transformaciones de la línea en la obra de este artista impulsor del Arte Generativo de los años 60.

Nacido en 1929, el joven Mac Entyre había estudiado dibujo en los cursos nocturnos de la Universidad de La Boca, mientras trabajaba durante el día. Si bien su madre y su abuelo habían estimulado sus tempranas aptitudes para dibujar y pintar, una vez que egresó de ese colegio industrial con su diploma de dibujante técnico, sintió la necesidad de perfeccionarse. Buscó, entonces, profundizar el análisis de los retratos y las figuras humanas realizadas por grandes artistas de la historia universal como Miguel Angel, Ingres o Rembrandt. También se interesó por el tratamiento de las texturas de las decoraciones egipcias, el volumen de las composiciones de Giotto o la estructura de las composiciones abstractas de los vanguardistas, como Josep Albers, Piet Mondrian o Georges Vantongerloo.

La muestra Sutilezas de la línea ocupa los cuatro pisos del Macba, en un recorrido que comienza en la planta baja, donde se presenta el período temprano, a través de algunos papeles originales de su etapa de formación, acompañados por una sucesión de imágenes digitales de dibujos y bocetos que se proyectan en tablets dispuestas en las vitrinas modulares y un breve video de sala.

En este espacio se encuentran las pinturas abstractas de carácter libre realizadas en el período en el que participó en el Grupo Joven, liderado por Víctor Magariños D., donde compartía ideas con Miguel Ángel Vidal, Alfredo Carracedo, Leopoldo Torre Nilsson, José Arcuri, Carlos Filevich y Rodolfo Bardi, entre muchos otros. También se exhibe un grupo de obras concretas del momento previo al desarrollo del arte generativo. Esta última propuesta fue expuesta por primera vez por Mac Entyre junto a Vidal en la primavera de 1960. Para esa ocasión ambos suscribieron un Manifiesto en el que afirmaban que era un tipo de pintura lograda por una serie de secuencias ópticas generadas por una forma simple -como un círculo o un cuadrado- cuyo desplazamiento sobre el soporte de la pintura “generaba” vibraciones. El público puede leer este Manifiesto en la pieza gráfica que recibe al visitar la muestra y observar los efectos vibratorio y “moiré” de la pinturas que desencadenan un proceso de inestabilidad visual motivado por la incapacidad de nuestro sistema perceptivo para resolver este tipo de interferencias.

Desde los primeros tiempos, los trabajos realizados por Vidal dieron primacía a las formas cuadrangulares, mientras que Mac Entyre prefirió la circunferencia. Las pinturas que compuso a partir de esa única forma son las que se exhiben en la sala del primer subsuelo. Durante los primeros veinte años Mac Entyre ubicó el centro de las circunferencias dentro del campo de la pintura y las composiciones resultantes fueron simétricas, tal como puede observarse a través de las micro-perforaciones que dejó el apoyo del compás sobre las telas de ese período, y mediante ese procedimiento logró infinitas variaciones dentro de la simetría.

La valoración del dinamismo y la luminosidad también fueron proposiciones centrales para el programa estético de los artistas generativos. En este sentido, los planteos de los años 80 fueron desplazando el centro de la circunferencia hacia afuera del plano de la tela y las pinturas solo incluyeron las líneas curvas de sus arcos, resultando composiciones descentradas con grandes movimientos ondulantes y, al mismo tiempo, más dinámicas.

La preeminencia de la luz en la pintura y en la obra cinética se presenta en el segundo subsuelo, donde se podrán encontrar pinturas de la serie de Totems que concentran la luz, así como los desarrollos del período maduro en el cual combinó el trabajo generativo con las superficies esfumadas de los fondos. Un sector de la sala en oscuridad alberga un conjunto de cajas lumínico-cinéticas que sorprende al espectador con sus juegos de luces y colores en movimiento.

Con frecuencia Mac Entyre buscó variantes a partir de un mismo patrón y la última sala está destinada a mostrar esas variaciones sobre un mismo tema e, incluso, a invitar al espectador para que busque nuevas posibilidades para esos diseños, a partir de dos réplicas que se encuentran a su disposición. 

Si bien Eduardo Mac Entyre ha sido un artista reconocido local e internacionalmente por su propuesta de arte generativo, al punto que algunos consideraron que su obra podía definirse por su “continuidad estilística”, al estudiar el conjunto de su producción plástica se observa que nunca dejó de dibujar y pintar obras figurativas, que a pesar de la precisión de sus trabajos lineales, siempre exploró las calidades de las texturas y los materiales como se observa en la reinterpretaciones de las piezas de arte africano, que tampoco se privó de realizar pinturas gestuales como muestra su serie de Paisajes imaginarios.

Precisamente a partir del análisis de su obra y trayectoria, el ensayo principal del libro Mac Entyre que se presentará en el marco de esta exposición se propone repensar esa idea de “continuidad estilística”, que desde el enfoque que propone Susan Sontag sería el idioma particular en el que un artista despliega las formas de su arte, estilo que puede reconocerse a través del principio de repetición. El texto, entonces, abre interrogantes acerca de cuáles fueron las formas en las que Mac Entyre ancló su estilo, cómo ingresó esa forma en su imagen generativa, de qué maneras se presentó o cual fue el principio redundante en su tratamiento.

Estas y otras preguntas permiten volver a mirar la obra de este artista desde una perspectiva que incluya no solo la persistencia en su trabajo dentro del arte generativo, sino también su permanente apertura al cambio, su voluntad de experimentación y su valor para transitar terrenos menos seguros, tal como él mismo expresó al afirmar: 

“He visto artistas que en la persecución del estilo siguen haciendo lo mismo, repitiéndose, sin aportar nada nuevo, hasta el cansancio. El estilo no es un amaneramiento caligráfico, es el contenido de lo que se quiere expresar, es el espíritu que anima a la materia lo que identifica al verdadero artista.”

La publicación incluye testimonios del artista a partir de una selección de entrevistas, una cronología documentada e ilustrada y, en sus más de trescientas páginas, despliega profusamente los diferentes momentos de su obra plástica.

Además de la presentación del libro, el Macba ha programado un encuentro de acercamiento a las producciones de arte africano. La propuesta incluye mesas de debate, activaciones sonoras y visuales, conversaciones y una experiencia gastronómica que partirá del trabajo de Mac Entyre sobre las piezas de la colección de arte africano de Marta Campomar para proyectarlo a la actualidad. La actividad se realizará el sábado 3 de marzo de 14 a 19,30 y, dado que tiene cupo limitado, requiere inscripción previa (contacto: [email protected]).

(En el Macba, avenida San Juan 328, hasta el 11 de marzo).

* Doctora en Teoría e Historia del Arte. Profesora de Arte Latinoamericano en la UBA y Untref. Curadora de la exposición.

Eduardo Mac Entyre, Museo de Arte Contemporáneo de Buenos Aires