"Si bien existe esta inyección (de pesos) en el mercado, producto de los bonos de fin de año y del aguinaldo, difícilmente se traslade al consumo masivo", aseguró la directora de la consultora CCR, Patricia Sosa, e indicó que esos pesos serán utilizados por los sectores de menores ingresos para "tapar agujeros, es decir, pagar cuotas adeudadas o realizar algún tipo de gasto que no pudieron afrontar" o "quizás terminen usándolo en las vacaciones o en un gasto extraordinario de fin de año".
La consultora agregó que una de las razones por las cuales en este mes no habrá una modificación del consumo masivo respecto a meses anteriores es que "la conducta racional está tan exacerbada que, difícilmente diciembre sea un mes diferente en ese aspecto". En ese sentido, Sosa sostuvo que a diferencia de julio, mes en el que el aguinaldo "detuvo un poco el decrecimiento que veníamos observando en mayo", en diciembre "no creemos que se revierta la tendencia".
La directora agregó que, en la encuesta realizada por CCR, los consumidores indicaron que "muchos van a dejar de comprar, o comprarán buscando la mejor relación precio-calidad" para la canasta navideña. "Quizás se reactive el consumo en otros rubros pero no en el consumo masivo", insistió Sosa, en diálogo con radio Milenium.
La encuesta de CCR también consultó sobre la evaluación de la situación económica del país y cómo se percibe el futuro. Mientras que en abril y agosto "la percepción era positiva", dado que seis de cada 10 personas pensaban que el año próximo la situación iba a mejorar, en diciembre bajó 13 puntos, con un "alto porcentaje de incertidumbre", precisó la directora de la consultora. "La gente no puede precisar cómo vamos a estar el año que viene", concluyó.
El consumo masivo experimentó una fuerte retracción desde la asunción de Mauricio Macri como presidente debido a la devaluación inicial, cercana al 40 por ciento, la inflación que no pudo ser controlada pese a las promesas del ministro de Hacienda, Alfonso Prat Gay, la destrucción de puestos de trabajo, la contracción de la actividad económica, entre otras variantes. En noviembre, según el Indicador Mensual de Consumo (IMC) elaborado por el Instituto de Trabajo y Economía (ITE) de la Fundación Germán Abdala, la caída fue del 5,5 por ciento, la más fuerte del año.