Una nueva etapa pudo abrirse hoy en la carrera espacial con el lanzmiento del Falcon Heavy, un gigantesco cohete que despegó esta tarde de Cabo Cañaveral y lleva un automóvil eléctrico Tesla para poner en órbita.  El proyecto lo impulsó la empresa SpaceX, del inventor y empresario sudafricano Elon Musk, que desarrolló el Tesla.

El Falcon Heavy está formado por tres cohetes ensamblados. Dos de ellos funcionan como aceleradores en posición lateral y se despegan a los pocos minutos del lanzamiento para que el cohete central siga su trayectoria hasta dejar la carga en el espacio. 

El Tesla lleva en su interior un muñeco, en el asiento conductor, apodado Starman por la canción de David Bowie.En la radio del auto sonaba Space Oddity, de Bowie: el auto en órbita viajará alrededor del Sol hasta llegar a la órbita de Marte. Los dos cohetes impulsores volvieron a la plataforma, mientras que el cohete central una vez cumplida su misión, aterrizará en una plataforma marina teledirigida, ubicada en el Atlántico.

"El auto llegará hasta una órbita que se encuentra a 400 millones de kilómetros de la Tierra y viajará a su destino a una velocidad de 11 kilómetros por segundo", aseguró Musk a la prensa. "Estimamos que el Tesla seguirá en esa órbita por cientos de millones de años", agregó, respecto de una misión que podría ser pionera para evaluar los viajes a Marte.

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Una imagen del Tesla en órbita.

El cohete, de 70 metros de alto, puede llevar hasta 64 tonelades de carga, el equivalente a cinco micros de larga distancia. No obstante, es factible que no haga una misión con una carga tan cercana a esa cifra, por la cantidad de combustible requerida. La capacidad es sólo superada por el Saturno V, el cohete que llevó las misiones Apolo a fines de los 60 y comienzos de los 70.

Su potencia radica en los 27 motores Merlin, que pueden llegar a 23 mil kilonewtons, el doble que el Delta IV Heavy, de United Launch Alliance, competidora de SpaceX. En el futuro podría poner en órbita satélites. El propio Musk dijo que a través del Falcon Heavy se podría lanzar pequeños satélites que garantizarían conexión de banda ancha para todo el planeta.

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El Tesla, desde otra posición, rumbo a la órbita de Marte.

En principio, y de cara al sueño de arribar a Marte, podría enviar robots al planeta rojo y llegar hasta Júpiter, Saturno y sus lunas. La compañía de Musk podría ser contratada por el gobierno norteamericano, al tiempo que la NASA desarrolla  el Space Launch System, un proyecto cuyo costo por vuelo podría ser de mil millones de dólares, un valor diez veces mayor al Falcon Heavy, cuyo costo  es de 90 millones por misión.

La iniciativa privada en las misiones espaciales no se reduce sólo a Musk. Jeff Bezos, el CEO de Amazon, tiene en mente su propio cohete, el New Glenn, con un poder de carga de hasta 45 toneladas.