El ministro de Seguridad, Maximiliano Pullaro, se esforzó ayer en remarcar que "no tenemos pruebas de connivencia policial" frente a la ola de crímenes que se replicaron en el último mes. "No detectamos complicidad", remarcó, al tiempo que se esmeraba en destacar la "mesa de inteligencia criminal compuesta por la Gendarmería, la Prefectura y la Policía Federal". Pullaro aseguró que "esta escalada de violencia que tenemos en la zona sur en los barrios Tablada y Municipal, se circunscribe a dos familias, los Camino y los Funes y se generó años atrás con la muerte del ex jefe de la barra de Newell's Pimpi Camino, que en todo estos años sumaron más de veinte homicidios". El titular del ministerio de Seguridad prometió también que los autores de los homicidios que involucran a miembros de ambas familias "serán detenidos" y reclamó a la Justicia que en ese caso "cumplan con sus condenas sin ningún tipo de privilegio". Además, el funcionario provincial anunció que el fiscal general de Rosario, Patricio Serjal, decidió crear una unidad fiscal especial que se abocará a investigar los hechos de violencia del sur rosarino. En rigor fue el fiscal general quien le avisó de esta nueva instancia al ministro de Seguridad, al secretario de Seguridad Pública, Omar Pereyra, y al jefe de la Policía de Investigaciones, Daniel Corbellini.
La unidad creada ayer por Serjal, que "ya está en funciones", según indicó el ministro Pullaro, estará compuesta por cuatro fiscales: Viviana O'Connell y Gisela Paolicelli, de la Unidad de Investigación y Juicio, y José Luis Caterina y Matías Edery, de la Unidad de Flagrancia.
En conferencia de prensa, Pullaro remarcó que la serie de crímenes son "focos de conflicto" que comenzaron en 2010. Pese a destacar que "los cabecillas están detenidos", Pullaro indicó que "sigue habiendo focos de conflicto" entre ambas familias y resaltó que los enfrentamientos ya no están circunscriptos a la zona de Tablada sino que también "en otros lugares de la zona sur de Rosario".
"Vamos a controlar a las bandas y vamos a detener a los autores de los homicidios. Esperemos que cumplan con sus condenas sin ningún tipo de privilegio", aseguró en un tiro por elevación al Poder Judicial.
En este sentido, Pullaro remarcó que se fortaleció el trabajo conjunto entre ambas jurisdicciones a partir de una saturación de fuerzas federales y provinciales en 18 puntos conflictivos de Rosario. "Esto nos permitió detener a 101 personas con pedido de captura, secuestrar 89 armas de fuego, 57 armas blancas, 363 motos robadas y 187 autos", manifestó el ministro.
Al ser consultado si no existe connivencia policial, ante la facilidad con la que operan los sicarios de los Funes y los Cantero, respondió que él fue el ministro "que más exoneraciones, sanciones disciplinarias y pases a disponibilidad" ha realizado en la fuerza.
"El año pasado logramos tener la tasa de homicidios más baja del siglo. Por supuesto que hay tareas pendientes, porque queremos volver a tener la tasa de los 90", cerró.
Por otra parte el comisario Daniel Corbellini, jefe de la PDI reconoció que se investiga si una camioneta Ford EcoSport incinerada y encontrada en Alvear, fue la utilizada por los autores del atentado contra Jonatan Daniel Funes, hermano de Lautaro y Alan. Testigos del ataque habían declarado que los disparos habían partido de un vehículo de similares características.
El fiscal de Homicidios Dolosos, Pablo Pinto, ordenó una serie pericias a la camioneta para determinar si fue la usada por los tres sicarios que dispararon contra el Audi en el que circulaba Jonatan Funes, alias "Bam Bam", y su novia. El martes la joven prestó declaración e identificó a dos de los tres tiradores. Uno de ellos sería "Cable", el mismo que mató a Ulises, otro de los hermanos Funes. Otro de ellos sería integrante de la barrabrava de Newell's.