En Tucumán, el juicio oral por el crimen de Paulina Lebbos, la joven asesinada en febrero de 2006, comenzó con el rechazo de un pedido de incompetencia presentado por la defensa del único acusado por la privación ilegal de la libertad y el homicidio, Roberto Gómez. Luego de negar ese pedido, la Sala III de la Cámara Penal tucumana ordenó la continuidad del proceso. Alberto Lebbos, el padre de Paulina, declaró estar “conmovido y emocionado” por ver “sentados en el banquillo de los acusados a esos personajes siniestros que se siguen ocupando de proteger a los asesinos” de su hija, en referencia, también, a los cinco imputados por encubrimiento.
“Hoy se hizo realidad mi sueño y el de muchos compañeros de lucha que ocupan lugares en comisiones de familiares de víctimas de la impunidad, ya que juntos venimos luchando desde hace muchos años para que llegue este histórico momento”, dijo Lebbos al llegar a los tribunales de San Miguel de Tucumán. En la provincia, añadió, “muchos juicios quedaron impunes porque el ochenta por ciento de las causas prescriben por el paso del tiempo por culpa de funcionarios judiciales que no hacen nada para avanzar con la investigación e impedir que esto no siga ocurriendo. Es necesario hacer una profunda revisión de las leyes y reformar lo que sea necesario para que la Justicia esté a servicio de las víctimas y no de los victimarios”.
Por su parte, el fiscal Carlos Sale consideró que “no es un juicio fácil”. Sin embargo, advirtió, “confiamos en el tribunal y en nuestro trabajo para resolver el caso”, por lo que espera que durante el debate oral se quiebre un pacto de silencio y eso permita ampliar las acusaciones. Para el funcionario judicial, Gómez “no fue el único autor del crimen de Paulina”.
En el debate oral declararán más de 200 testigos, entre ellos el ex gobernador José Alperovich. Cuatro de los imputados son ex funcionarios de la gestión de Alperovich: el ex jefe de la policía provincial, Hugo Raúl Sánchez; el ex subjefe Nicolás Barrera; el ex subjefe de la Regional Norte, Héctor Rubén Brito, y el ex secretario de Seguridad, Eduardo Di Lella.