El secretario de Estado estadounidense Rex Tillerson visitó ayer la capital colombiana con la misión de reasegurar al gobierno de Juan Manuel Santos de que Washington sigue comprometido con la lucha contra el narcotráfico y el proceso de paz en el país sudamericano, informó el diario The Los Angeles Times. En contraste, el presidente Trump había amenazado la semana pasada con suspender la ayuda financiera a países que, según él, “se están riendo de los estadounidenses”, al llevarse el dinero de ayuda directa sin comprometerse con la lucha antinarco. Tillerson ha intentado suavizar las palabras de su presidente durante sus visitas a México, Argentina y Perú, parte de la gira de una semana por América latina y el Caribe.
En Lima, por ejemplo, ayer dijo que ha llevado el tema de la cooperación bilateral en la lucha contra las drogas “en todas las paradas que hago a lo largo del hemisferio”. Y agregó: “Esto es verdaderamente un desafío hemisférico y cada país tiene su propio desafío. cuanto más podamos compartir, y más podamos conectar nuestras actividades, mayor progreso podremos alcanzar en las disrupción de estas organizaciones criminales.” En conversaciones con periodistas en viaje a Colombia, Tillerson rechazó sugerencias de que su mensaje no era bien recibido. “He tendido todo el acceso que he necesitado y cumplido con prácticamente todos los objetivos de mi viaje,” escribió Tracy Wilkinson, periodista estrella del Los Angeles Times.
La producción de coca ha crecido un cincuenta por ciento en los últimos dos años, según funcionarios estadounidenses. Más aún cada hectárea cultivada ha aumentado su producción. Ante semejante aumento, Trump ha amenazado con poner a Colombia en la lista negra de los países que no cooperan con la lucha antinarco, lo que significaría que la ayuda económica a ese país se suspendería o se reduciría hasta que progreso en ese aspecto pueda verificarse. Todavía no ha actuado sobre esa amenaza, pero su gobierno ha renegado de la promesa de la administración de Obama de proveer 4,500 millones de dólares en ayuda directa en los próximos 10 años. Un primer tramo de ese paquete fue desembolsado en los últimos días de la presidencia de Obama . Los colombianos están enojados, se sienten ninguneados, dijo Bruce Bagley, un profesor colombiano que enseña en la Universidad de Miami.
Washington gastó 10,000 millones de dólares para ayudar a Colombia terminar con su guerra civil y ahora el país, mientras busca reinsertar a miles de guerrilleros a la vida civil y encontrar un lugar para miles de desplazados, podría convertirse en un lugar muy peligroso, dijo el profesor. “este es un momento crucial en el proceso de paz,” dijo Bagley. Tillerson aterrizo en Bogotá a las cinco y media de la tarde hora local, y tenía previsto ir directamente al palacio Nariño para reunirse con Santos antes de viajar a Jamaica, la última parada de su gira.