Algunos dirán que fue un milagro, eso se dice cuando se encuentra el gol de la clasificación en el último minuto, pero lo cierto es que Banfield tentó su suerte y cuando lo daban por muerto revivió con un zapatazo de Sperduti para anotar el 2-2 frente a Independiente del Valle en el Atahualpa de Quito, a los 90 minutos. Hoy conocerá a su próximo rival: el vencedor de la llave que se resolverán en Montevideo Nacional (ganó 1-0 en la ida) y Chapecoense, de Brasil.
Banfield quiso salir a jugar despreocupado por el tema de la altura y así logró algunos buenos pasajes en el primer tiempo. Se plantó lejos de su arco y trató de incomodar al conjunto local con remates desde afuera del área. Dátolo probó en vano, pero avisaba que ese era el camino más corto para llegar al arco rival a buscar el gol de visitante, valioso tras la igualdad 1-1 de la semana pasada en el Francisco Sola.
Pero Independiente del Valle no se quedaba atrás. Trataba de ganar el mediocampo con un buen trabajo de Billy Arce, y la presión que Barreiro ejercía en la salida sobre la última línea del Taladro. Todo eso se concretó promediando la primera etapa. En una jugada de tiro libre lejos del área, Dátolo clavó un zurdazo espectacular en el ángulo y abrió el marcador. Cinco minutos más tarde, Barreiro, que poco antes había punteado una pelota que casi se mete en el arco de Arboleda, esta vez no perdonó y con un derechazo desde el centro del área, en la terminación de una buena jugada de Billy Arce y un centro preciso de Ayala, anotó la igualdad.
Con el partido en tablas, los ecuatorianos se adueñaron de la pelota ante un Banfield que parecía enfocado en administrar su energía.
Banfield necesitaba más de Bertolo para tener la pelota y así poder conectar a sus delanteros. Independiente seguía controlando la pelota, con toques cortos y acechaba el área de Arboleda.
La última media hora encontró al Taladro replegado, a la espera de alguna oportunidad para desnivelar. En eso estaba cuando Barreiro, tirado sobre la franja derecha, metió un hermoso pase filtrado para que Billy Arce, entrando a espaldas de Rodríguez, anotara el 2-1. Perdido por perdido, Banfield se vio obligado a buscar el gol del empate y la clasificación. Arboleda salvó dos veces su arco del tercero, mientras los delanteros del Taladro se plantaban en campo rival en busca del milagro. Piedra le tapó remates de gol a Cvitanich y a Mouche; pero no pudo en la última, tras un tiro de esquina, el arquero despejó de un manotazo pero la pelota le quedó servida a Sperduti, que le dio con alma y vida para que su derechazo cruzado anotara el 2-2 final.