“Esto es el peronismo. Primero va a estallar todo y después se va a ir reacomodando”, sintentizó una fuente que conoce desde hace años los pasillos del Senado. El análisis responde a una nueva fractura del amplio entramado peronista en la Cámara Alta. En este caso, en el interbloque parlamentario federal, que sufrió la renuncia de su presidente, el senador puntano Adolfo Rodríguez Saá. Detrás suyo se fue también su comprovinciana Eugenia Catalfamo, la senadora más joven de la cámara. Por el momento, ambos mantendrán su bloque “Justicialista San Luis” y sus voceros descartaron a PáginaI12 un acercamiento (al menos formal) con el Frente para la Victoria-PJ, con el que habían armado una alianza en las últimas elecciones.
El portazo de Rodriguez Saá tiene un disparador concreto. El puntano integró hasta el 10 de diciembre la comisión bicameral de trámite legislativo (encargada de analizar la validez de los decretos y DNU que firma el presidente Mauricio Macri) pero mediante una maniobra, el oficialismo lo desplazó por otra senadora, la salteña Cristina Fiore, que responde al gobernador Juan Manuel Urtubey, el peronista de mayor afinidad con la Casa Rosada. El trabajo de esa comisión es clave para el Gobierno nacional y de hecho, el último martes, en una votación pareja el oficialismo logró dictaminar a favor del controvertido DNU de “reforma del Estado” que modifica unas 120 leyes y deroga otras 40.
Según pudo saber este diario, Rodríguez Saá había presentado el 1 de febrero una nota ante la presidenta de la Cámara, Gabriela Michetti, para mantener su posición en la bicameral, lugar que no se le respetó. Además el ex gobernador puntano realizó gestiones ante el presidente provisional del cuerpo, Federico Pinedo, que tampoco dieron resultado. Si bien Fiore votó en contra del DNU de Macri el último martes, los motivos de la Casa Rosada para darle a ella ese puesto son claros: la senadora salteña está alineada con Urtubey, fiel defensor de las políticas oficiales, mientras que tanto Adolfo como el gobernador Alberto Rodríguez Saá, mantienen un tono cada vez más crítico de la gestión de Cambiemos y más confluyente con el FpV-PJ. Lo paradójico en este caso es que Fiore integra el mismo interbloque que presidía hasta ayer Rodríguez Saá.
Esto fue advertido por Catalfamo en la nota dirigida ayer mismo a Michetti en la que también renunció al interbloque. “Deseo dejar en claro que si bien se respetó la proporcionalidad política indicada por el artículo 91 del reglamento de la Cámara de Senadores, la decisión de nombrar a otro Senador no fue consultada ni consensuada con los demás miembros de este espacio”, escribió la senadora, dejando en evidencia las diferencias internas en el interbloque. “Como senadora nacional considero que el doctor Rodríguez Saá cuenta con sobrada idoneidad para integrar la comisión mencionada”, concluyó.
Tras las elecciones de octubre, el interbloque parlamentario federal había quedado con 7 miembros, aunque hace tiempo que sus integrantes mantenían posturas relativamente heterogéneas: Rodríguez Saá, Catalfamo, Lucila Crexell y Guillermo Pereyra (MPN-Neuquén) representaban un ala más crítica, mientras que Juan Carlos Romero (Salta), Carlos Reutemann (Santa Fe) y Fiore son los más cercanos al oficialismo. El interbloque quedaría ahora con 5 integrantes y, si bien no se formalizó, su presidencia podría quedar en manos de Romero, un hombre del consevadurismo-liberal del PJ, afín a la Rosada.
La ruptura reavivó las especulaciones sobre un acercamiento entre el senador puntano y el kirchnerismo, presidido en el Senado por el neuquino Marcelo Fuentes. En el entorno de Rodríguez Saá no le cerraron la puerta en un futuro aunque dejaron en claro que no está en los planes por el momento. El senador, aseguran, tiene en mente volver a pelear por la gobernación en 2019.