La audiencia realizada ayer en el Ministerio de Trabajo de la Nación, en el marco de la conciliación obligatoria dictada la semana pasada por los 44 despidos en las plantas de Cargill ubicadas en Alvear, Villa Gobernador Gálvez y Bahía Blanca, no arrojó mayores novedades. Los representantes de la multinacional no ofrecieron ninguna alternativa al pedido del sindicato de Aceiteros de reincorporar a los cesanteados. También solicitaron tramitar el expediente en Santa Fe, donde se había dictado la conciliación que la empresa desoyó al no dejar ingresar a los trabajadores despedidos. El desaire quedó en evidencia al día siguiente cuando decidieron acatar la medida que dispuso la cartera que conduce Jorge Triacca, el ámbito que eligió Cargill para resolver el conflicto laboral. Las partes fueron convocadas para hoy a las 9 en la sede local del Ministerio de Trabajo provincial.

El encuentro de ayer realizado en la ciudad de Buenos Aires insumió unos pocos minutos. Como la postura de la multinacional en relación a los 44 cesanteados fue la de no ofrecer ninguna alternativa al reclamo del gremio para que los reincorporen, la jefa del Departamento de Relaciones Laborales del Ministerio de Trabajo nacional, Mercedes Gadea, dispuso una nueva reunión para el martes 20.

"La empresa vino a dejar en claro que la de los despidos no fue una decisión del todo de ellos, creemos que el gobierno nacional está detrás", dijo a Rosario/12 Marco Pozzi, delegado de los trabajadores de la planta de Villa Gobernador Gálvez y secretario de Salud del Sindicato de Aceiteros, al término de la reunión. Según el trabajador, "la empresa no sabe cómo salir del conflicto en el que se metió al servicio del gobierno nacional", abundó el delegado.

La posición de los trabajadores y el gremio es seguir peleando por la reincorporación de los despedidos. "Todavía no entendemos cuál es la conveniencia para la empresa porque estamos dispuestos a estar parados hasta seis meses hasta que ingresen los compañeros, no sabemos si ellos están dispuestos a estar parados tanto tiempo, hasta un mes te diría, sin moler, sin producir", advirtió Pozzi.

"También dejamos claro que mañana (por hoy) vamos a ir a la audiencia en el Ministerio de Trabajo de Santa Fe porque necesitamos estar ahí. Ellos (por la empresa) nos declararon la guerra y nosotros no vamos a bajar los brazos. La única postura que tenemos es que se vuelva a trabajar en las plantas con los 44 trabajadores despedidos adentro", agregó.

Cuando la empresa, que emplea a 500 trabajadores en su complejo en Alvear y Villa Gobernador Gálvez, la mayoría afiliados al Sindicato de Aceiteros y el resto a Empleados de Comercio, desoyó la medida dictada por la cartera de Trabajo provincial, el ministro Julio Genesini no descartó sancionar a la multinacional. "Creemos que fue una conducta impropia de una empresa de la envergadura de Cargill, pareciera ser que es una conducta inspirada más en la fuerza que en el derecho", dijo el ministro, para quien "la conciliación obligatoria se tiene que respetar, no es un tema menor desconocerla, creemos que es un instrumento que permitió resolver un sinnúmero de situaciones".

Seguramente en la audiencia que se realizará hoy en la sede del ministerio habrá novedades respecto a las sanciones a la multinacional. "Esperemos que el ministerio esté a la altura y que meta presión, la empresa despidió gente sin tener una mínima merma en la producción, la mayoría con carpeta médica dentro de la planta pero que la quieren echar, algo que dijeron en la audiencia, son despidos sin causa", concluyó Pozzi.