Rafaela está dispuesto a vender cara su permanencia en la Primera División. Ubicado último en la tabla de los promedios, no le da lugar a la desesperanza y plantea duros partidos. Ayer dio otro paso para avivar esa ilusión al derrotar en su cancha a Patronato por 3-0, con dos goles en contra de los entrerrianos y un tercero por un penal cometido por el arquero visitante. El mayor mérito que anoche hicieron los once de Llop fue mantenerse concentrados para sacar provecho de los errores del conjunto que dirige Forestello, sobre todo de la floja tarea de su última línea.