PáginaI12 En Alemania

Desde Berlín

Tras 136 días sin Gobierno y una noche en vela, los dos grandes bloques políticos de Alemania, el de centro-derecha de la canciller, Angela Merkel (CDU/CSU) y la socialdemocracia de Martin Schulz (SPD) han llegado a un acuerdo para poner en pie una nueva gran coalición que gobierne la primera economía europea y el motor de una Unión Europea ávida de tracción. Merkel, la eterna canciller, cede una considerable cuota de poder al SPD, incluido el todopoderoso ministerio de Finanzas, pero a cambio cimenta su cuarto mandato, tras doce años en el poder. 

Los cuatro meses de especulaciones que podrían incluso haber continuado por más el estancamiento político en Alemania finalmente han llegado a su fin y destino: los negociadores acordaron la división de los ministerios clave, uno de los últimos obstáculos para formar un gobierno, aunque el acuerdo aún deberá ser aprobado por los miembros del SPD.

El punto final se pondrá el fin de semana posterior a la votación dentro del SPD pautada para finales de febrero, cuando se cuenten los votos y se sepan los resultados. Es que para que la gran coalición III se haga efectiva, el pacto deberá aún someterse en las próximas semanas a la votación de los afiliados del partido socialdemócrata, buena parte de ellos contrarios a la alianza entre Schulz y Merkel. La decisión de los 463,723 miembros del SPD sobre el acuerdo de coalición con CDU y CSU se llevará a cabo del 20 de febrero al 2 de marzo, como fue decidido por el ejecutivo del partido en Berlín.

De todas formas, el rumbo está trazado: los esfuerzos en las negociaciones de las últimas semanas han valido la pena, para la  canciller de la CDU, después de que más de 90 negociadores de la Unión y el SPD se pusieran de acuerdo a pesar de las grandes diferencias. En una conferencia de prensa conjunta con Schulz y con el líder de la CSU bávara, Horst Seehofer, Ángela Merkel aseguró que el flamante “acuerdo es la base del gobierno estable que necesita Alemania y que el mundo espera”, ya que supondrá un cambio fundamental en el rumbo de Europa. Del mismo modo lo reafirmó Schulz al expresar que “Alemania ejercerá de nuevo un liderazgo y un papel constructivo en la Unión Europea”. Sin ir más lejos, el texto del acuerdo se titula: “Un nuevo comienzo para Europa. Una nueva dinámica para Alemania. Una nueva solidaridad para nuestro país”, en el que el fortalecimiento de Europa figura como prioridad máxima.

Así lo han dispuesto sus partes, ya que para sobrepasar las diferencias entre las mismas y que los objetivos trazados en el acuerdo se puedan concretar finalmente en la realidad, las dos grandes formaciones (SPD y la Unión) han dispuesto un método para abordar el posterior gobierno en conjunto. En muchas áreas como la educación, la investigación y la digitalización, se han creado grandes paquetes de proyectos. Según los negociadores del trato, se ha luchado por el equilibrio, la distribución equitativa y una gestión sólida.

El jefe del SPD, Martin Schulz, por su parte, registró el acuerdo como un éxito personal. “Este contrato ha sido muy influenciado por nosotros” dijo el ex candidato a canciller que será ministro de Relaciones Exteriores en el futuro por lo que se predice y entregará la presidencia del partido a Andrea Nahles. Por otro lado, Merkel admitió que la presentación del Ministerio Federal de Finanzas al SPD para muchos miembros de CDU será difícil. Sin embargo, ella “no está para nada preocupada” dado que en el pasado ya había trabajado muy bien con el ministro de Finanzas del SPD, Peer Steinbrück, de 2005 a 2009.

Con una libertad financiera adicional superior a los 46 mil millones de euros acordados, Merkel tiene la intención de considerar las obligaciones internacionales. El principio aquí es que cada euro adicional para defensa va de la mano con un euro para la ayuda al desarrollo. Lo que se podrá ir corroborando en el próximo período, al igual que respecto del nuevo organigrama político, en el cual el SPD ocupará tres puestos centrales, mientras que el Ministerio del Interior irá para la CSU al mando del actual primer ministro bávaro, Horst Seehofer.

El primer ministro designado de Baviera, Markus Söder (CSU) elogió el acuerdo de coalición negro-rojo como un paso adelante para Alemania y para Baviera. “La buena señal es que ahora ha habido una decisión de que la negociación ha terminado y que Alemania tiene la oportunidad de un gobierno estable”, dijo Söder en una sesión plenaria del parlamento estatal en Munich. El líder de CSU, Horst Seehofer, a su vez afirmó: “Estoy muy satisfecho con los resultados de la exploración y hoy también soy el resultado de las negociaciones de la coalición”. En sintonía con el rumbo del acuerdo, también para el referente del ala más conservadora de la derecha alemana admite que “era apropiado superar la división social y lograr una clara señal a favor de mantener el ritmo”.

Ayer por la tarde resumió cuatro meses de idas y vueltas y los tres líderes de cada partido acudieron a la prensa para difundir la unificación de CDU, CSU y SPD en una nueva gran coalición. A modo de anticipo, una agencia alemana de comunicación (Tonka) analizó en el día mundial de la risa hace unas semanas cuánto prevalecía el humor en el Bundestag y paradójicamente el partido que más se rió en el parlamento fue el SPD en crisis y que finalmente ayer ha cedido en las negociaciones. Según la canciller federal, el acuerdo de coalición cumple dos importantes demandas de los ciudadanos: “Primero: finalmente formar un gobierno y un gobierno estable. Y en segundo lugar, piensa en las necesidades de las personas”.