Los trabajadores en relación de dependencia de sueldos medios y altos llegaron últimos a la ronda de reparto. La decisión de la alianza macrismo-radicalismo de colocarlos al final de la rueda del revoleo de recursos públicos pudo haber sido deliberada o una decisión de postergarlos mientras se atendían a otros sectores con una capacidad de presión mayor que la ejercida por dirigentes sindicales que convocaban a paros en circunstancias más aliviadas para el mundo laboral. Entre la obsesión conservadora acerca de que en Argentina se pagan muchos impuestos y la irresponsabilidad fiscal del gobierno se ha estado rediseñado una reforma tributaria regresiva con una sucesión de parches a lo largo de doce meses de gestión. La minoría de la pirámide salarial alcanzada por el Impuesto a las Ganancias llegó tarde al jubileo del macrismo. La pérdida de fondos públicos por la decisión política de transferir ingresos a grupos privilegiados y por la recesión autoinfligida no ofrece mucho margen a una administración que provocó un descalabro fiscal, inmenso bache que por ahora está siendo atendido con un endeudamiento externo e interno desenfrenado.
Los números que difunden funcionarios acerca de la disminución de recursos como así también el impacto en el empleo de las medidas impositivas aplicadas son exagerados, más cerca del falseamiento con el objetivo de construir percepciones que de la intención de ofrecer datos duros para una mejor comprensión de la situación. El presidente Mauricio Macri afirmó que “desde que devolvimos al campo y a la minería las retenciones se generaron miles de puestos de trabajo”. La información oficial del Sistema Integrado Previsional Argentina y la AFIP, consignada en un reporte del Ministerio de Trabajo, lo desmiente. En septiembre último, la cantidad de trabajadores asalariados en la minería era de 80.867, un 7,4 por ciento menos que en el mismo mes del año pasado por la pérdida de 6499 puestos. En Agricultura y Ganadería la caída fue de 0,7 por ciento, con 2165 trabajadores menos dejando un saldo de 312.670 en septiembre pasado.
La estructura tributaria tenía deficiencias en términos de equidad y de eficacia recaudatoria. Esta debilidad no fue corregida sino que el macrismo la profundizó hasta convertir el sistema en un queso gruyer y más regresivo. El economista Daniel Schteingart publicó en su cuenta de twitter un cuadro que revela que en el período enero-noviembre de este año en comparación a igual lapso de 2015, en la estructura de la recaudación de la AFIP, disminuyó la participación de Ganancias, Derechos de Exportación, Bienes Personales, y aumentó IVA, Seguridad Social, Internos y Derechos de Importación. Las variaciones negativas más pronunciadas fueron en Ganancias (2,7 puntos porcentuales) y retenciones (1,2 puntos porcentuales). Perdieron participación en la recaudación los impuestos progresivos, que alcanzan a los contribuyentes según su nivel de ingresos, y aumentaron los regresivos.
Paso a paso
La reforma del régimen impositivo y de la distribución de sus recursos del macrismo tuvo el siguiente recorrido en estos doce meses:
1 El fallo de la Corte Suprema de Justicia obligó a la Nación a suspender la detracción del quince por ciento de la masa coparticipable destinada a la Anses, limitando dicho beneficio a las provincias litigantes (Córdoba, San Luis y Santa Fe). El anterior gobierno lo extendió inmediatamente a todas las provincias y el de Macri revisó esa medida disponiendo esa devolución al resto en cuatro años. Con esa medida se concretó el primer paso para el desfinanciamiento del régimen previsional. El macrismo negoció un nuevo pacto fiscal con esas provincias definiendo la restitución del tres por ciento de la coparticipación en este año, primera cuota anual de un total de quince por ciento, al tiempo que habilitó una línea de préstamo del FGS de la Anses equivalente a seis puntos de ese quince, a una tasa subsidiada. A la vez, en enero pasado, el gobierno elevó la participación de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires en los recursos coparticipables del 1,40 al 3,75 por ciento a cuenta de los ingresos nacionales.
2 El Tesoro Nacional en manos del macrismo comenzó avalando esa pérdida de fondos e inmediatamente resignó muchos más con la eliminación de las retenciones a las exportaciones de trigo, maíz y girasol, y la reducción en cinco puntos porcentuales a las correspondientes a las ventas externas de soja. También suprimió los Derechos de Exportación a la industria y a la minería.
3 Los sindicatos obtuvieron el reconocimiento de una deuda por las obras sociales. De un total anotado de 30 mil millones de pesos recibieron 2704 millones en efectivo para pagar deudas por tratamientos de alta complejidad ya realizados y unos 14 mil millones de pesos en bonos del Tesoro.
4 El Congreso aprobó el proyecto oficial de devolución del quince por ciento del IVA a los sectores vulnerables para compras con tarjeta de débito. En la reglamentación de la norma se estableció un tope de devolución de 300 pesos por mes por beneficiario, incluyendo productos con valor unitario inferior a los 2000 pesos de cualquier marca y rubro. De la promesa de alcanzar a 9 millones de jubilados y titulares de derechos de la Asignación Universal por Hijos con una meta de redistribuir ingresos por 25 mil millones de pesos, el saldo es de apenas un millón de beneficiarios y recursos involucrados por 410 millones de pesos hasta octubre pasado, según la investigación de Javier Lewkowicz publicada en este diario. Otra de las medidas fue la ampliación de la AUH a los monotributistas de las categorías más bajas, difundiendo el gobierno que fueron alcanzados 1,1 millones de niños adicionales. En una y en otra iniciativa, lo publicitado está lejos de las cifras reales de personas alcanzadas y del costo fiscal previsto pero igualmente terminó involucrado recursos públicos.
5 Con la ley de “reparación” histórica para jubilados que dispuso reajustes y pagos de juicios también cobran menos de lo que inicialmente estimó el gobierno. De todos modos, de acuerdo a diferentes evaluaciones, el costo fiscal de esta iniciativa que favorece a los grupos superiores de la pirámide de ingresos previsional es elevado. Más de 47 mi millones de pesos para el pago de retroactivos, hasta 75 mil millones por año por haberes actualizados en caso de que los 2,3 millones de potenciales beneficiarios se incorporen al programa y 2000 millones de pesos por la actualización de los haberes de quienes se jubilen a partir de ahora. Si bien estos montos difundidos por la Casa Rosada son menores en la práctica, esta medida exige un mayor costo fiscal que debilitará el sistema previsional público de reparto.
6 Para alentar el blanqueo de capitales el gobierno dispuso la reducción paulatina de la alícuota del impuesto de Bienes Personales. Además los contribuyentes cumplidores y que no hayan ingresado en blanqueos anteriores quedaron exentos de ese tributo. La pérdida de recursos provenientes de impuestos progresivos se amplió con la eliminación de la sobretasa de 10 por ciento que pagan las empresas por la distribución de dividendos y de Ganancia Mínima Presunta.
7 Otras medidas con costos fiscal incierto fueron la eximición del aguinaldo de mitad de año de Ganancias para una minoría de trabajadores, el bono de fin de año para empleados estatales y la Emergencia Social.
Para el final de este recorrido quedó el debate sobre los cambios del Impuesto a las Ganancias que Macri prometió derogar en varios spots de campaña y que su jefe de Gabinete hoy niega. Con resultado abierto por la negociación en curso luego de la derrota del oficialismo en Diputados, trabajadores en relación de dependencia con sueldos medios y altos llegaron últimos al jubileo fiscal del macrismo cuyos beneficiarios son mayoritariamente sectores privilegiados de la pirámide de ingresos.