El titular de la Federación de Aceiteros, Daniel Yofra, advirtió ayer, tras el cuarto intermedio decidido por el Ministerio de Trabajo provincial, que si Cargill no reincorpora a los 44 trabajadores de sus plantas en Alvear, Villa Gobernador Gálvez y Bahía Blanca, a la multinacional "no va a entrar un poroto de soja para moler". Además, el dirigente gremial denunció la militarización de la planta. "Es una situación que es muy grave y nunca había sucedido en Santa Fe", dijo Yofra, quien pidió extremar los cuidados por la integridad de los trabajadores. Desde el gremio insisten en plantear que detrás del conflicto está el gobierno nacional que pretende "adoctrinar y cerrar la paritaria como ellos quieren". Más allá de que no se produjeron avances en las negociaciones, el ministro Julio Genesini ratificó la intervención de la provincia en el conflicto, ante el pedido de la empresa de plantear una incompetencia porque el expediente también tramita en la cartera que conduce Jorge Triaca, el ámbito preferido por la multinacional para dirimirlo. También aseguró que aplicará sanciones porque la multinacional desoyó la conciliación. "El conflicto tiene impacto en las relaciones laborales que se discuten acá y también complica la situación de la producción. Vamos a seguir interviniendo y hacer todos los esfuerzos necesarios para arribar a alguna solución", dijo Genesini.
Lejos de resolverse, pese a la doble intervención de los Ministerios de Trabajo nacional y provincial, en la cartera que conduce Triaca a pedido de la empresa, y la de Genesini solicitada por el gremio, por los 40 despidos en las plantas santafesinas de Cargill, y cuatro en Bahía Blanca, el conflicto sigue como cuando comenzó. El 30 de enero; la multinacional, bajo la custodia de la Prefectura, no permitió ingresar a los trabajadores cesanteados de su complejo en Alvear y Villa Gobernador Gálvez.
Tuvieron la misma actitud cuando desoyeron la conciliación dictada por la provincia y el gremio decidió parar las plantas. Al día siguiente, le empresa acató la medida tomada por Nación y desde ese momento se realizaron dos reuniones entre las partes, una el pasado miércoles en la Ciudad de Buenos Aires, y la de ayer en la sala de audiencias de la regional Rosario, en Ovidio Lagos y San Lorenzo.
Allí hubo un momento de tensión cuando el representante legal de Cargill en Santa Fe, Angel González del Cerro, amagó con retirarse de la audiencia convocada por Genesini, luego que los representantes de los trabajadores, además de Yofra, el secretario General de Aceiteros Rosario, Adrián Dávalos, los delegados Marco Pozzi y Sergio Díaz, y el abogado Carlos Zamboni, denunciaron la militarización de la planta. No habían pasado muchos minutos del encuentro que terminó con Genesini pidiendo el cuarto intermedio hasta el próximo 21. Al día siguiente vence la conciliación, y a la luz de los pocos resultados que dieron las reuniones, el ministro podrá prorrogarla.
"La empresa sigue intransigente respecto a los despidos y nos llama la atención su silencio. Desde el 2007 venimos teniendo un diálogo fluido, nunca tuvimos intervención por despidos si no por negociaciones de paritarias, de categoría, es extraña su posición, y también es extraño que le hayan dado la espalda a la provincia en la conciliación obligatoria", apuntó Yofra al término de la reunión.
Según el dirigente gremial, el pedido de la empresa para tratar el conflicto en el Ministerio de Trabajo de la Nación es "una cuestión política, el gobierno está persiguiendo a los aceiteros a nivel nacional y tiene esta forma de hacerlo, despidiendo en una de las empresas con más rentabilidad en el mundo a más de 40 compañeros como si no necesitaran más esa gente, creo que hoy son títeres de este gobierno".
Además, el titular de la Federación de Aceiteros denunció la militarización de la planta. En ese marco pidió que se extremen los cuidados porque "existe un peligro potencial si hay fuerzas de seguridad con armas por los solventes que hay en una planta. Además, no sé para qué la necesitan porque ningún trabajador va a ingresar si no se llega a un acuerdo".
Luego de decidir el cuarto intermedio, el ministro Genesini ratificó la intervención en el conflicto con los mismos argumentos que ofreció al convocar a una audiencia, pedida por los gremios, ante los despidos. Ahí decidió dictar la conciliación ya que las 40 personas despedidas, la mayoría afiliadas el gremio aceitero y otras de Empleados de Comercio, trabajan en plantas santafesinas. De hecho, recordó ayer, conflictos anteriores se dirimieron en su ministerio. Por otra parte, Genesini dijo que no había sido notificado de un planteo de incompetencia presentado por Cargill y que las partes estaban dispuestas a discutir en ambas instancias. Pero desde el gremio siempre sospecharon que el gobierno nacional, a partir del pedido de la multinacional para que intervenga, es el que está detrás de los despidos.
Consultado por la denuncia del sindicato sobre la presencia de Prefectura en las plantas santafesinas, el ministro Genesini señaló: "Son situaciones que siempre complican un conflicto, hay que ser prudentes en ese sentido. La situación de por sí tiene sus rispideces, su tensión. Tanto nosotros, como representantes del Estado y también la empresa en lo que hace la responsabilidad social empresaria, tenemos que cuidar toda esa situación que puede agregar una cuota más de tensión".
Sobre la decisión de sancionar a la empresa por no acatar la conciliación en Santa Fe, dijo que en una reunión previa le planteó a los representantes de la empresa cómo se habían comportado. "Actuaremos en consecuencia ya que los inspectores constataron que los trabajadores no pudieron ingresar. La empresa hará su descargo en el marco del procedimiento y después nosotros definiremos", concluyó el funcionario provincial.