El conflicto gremial en el transporte de cereales va a continuar a pesar del incremento del 12 por ciento en la tarifa de referencia firmado ayer entre el Gobierno, las entidades del agro y las cámaras de transportistas. Esto implica que seguirán adelante medidas que impiden el normal flujo de transporte de cereales hacia los puertos y las plantas molineras y aceiteras, lo cual impacta en el nivel de actividad de éstos sectores y en el ingreso de divisas por la exportación de los granos. Sin embargo, se habría negociado reducir el nivel de virulencia de las protestas. El eje del conflicto es que la actual “tarifa de referencia” no se cumple ni siquiera en la época de plena cosecha. Los bajos precios que se le pagan al transportista junto al aumento del gasoil y los costos asociados, como las ruedas, patentes y otros impuestos hacen que la actividad sea inviable, dicen los camioneros particulares. En este contexto, transportistas autoconvocados llevan adelante las medidas de fuerza. En reclamo para despejar las rutas, cerealeras y entidades del agro acudieron al Ministerio de Seguridad.
“En la quinta mesa de diálogo celebrada en los últimos dos años que reúne a autoridades nacionales y representantes del agro y transportistas se consensuó una actualización del 12 por ciento de la tarifa de referencia reglamentaria. Los sectores apuestan a continuar el diálogo en repudio a las medidas de fuerza y hechos de violencia que desde la semana pasada tiene paralizadas las actividades”, dice el comunicado difundido ayer y firmado por las entidades Federación de Transportadores Argentinos (Fetra), Confederación Argentina del Transporte de Cargas (Catac) y la Federación Argentina de Entidades Empresarias del Autotransporte de Cargas (Fadeeac) junto a la Federación Agraria, Coninagro, Sociedad Rural, Confederaciones Rurales Argentinas y la Federación de Acopiadores de Granos.
La tarifa de referencia que se acordó aumentar en un 12 por ciento es el precio estimativo que los productores y acopiadores pagarán en los próximos meses a los camioneros que trasladan los granos a los puertos y a las plantas aceiteras y molineras. Ese precio, en los hechos, no se cumple. “Es una tarifa indicativa, lo que termina definiendo el precio es la situación de la oferta y la demanda. En este momento, en donde no hay cosecha por motivos estacionales, los precios son bajos”, explicó a este diario un gerente de una de las grandes cerealeras que operan en el país.
En diálogo con PáginaI12, Cacho Nicola, secretario de la Cámara de Transportistas de Cereales de Córdoba, ofrece otra mirada. “Con la tarifa de referencia nos están vendiendo humo. Ese precio no se cobra, no lo vamos a cobrar. El año pasado, en Rosario arrancamos en plena cosecha con un 18 por ciento por debajo del precio de referencia. Ni siquiera había terminado de levantarse la cosecha y quedamos un 34 por ciento por debajo de la tarifa de referencia”. La categoría de “precio de referencia” fue establecida el año pasado, ya que desde 2012 regía un cuadro tarifario regulado con la posibilidad de aplicar descuentos porcentuales. “En 2016 se desreguló el cuadro tarifario. Desde ese momento, productores y acopiadores cada vez tienen más poder y nos pagan menos. Con esta suba del 12 por ciento, la tarifa pasaría de 755 a unos 840 pesos. Pero me están regalando una ilusión, porque yo después me siento a hablar con un productor y me dice que ‘ni loco’ me paga esa plata”, agregó Nicola.
El problema de precios se agudizó con la sucesión de subas del gasoil, cuyo precio también fue desregulado por el Gobierno nacional. Los transportistas de cereales, a diferencia de otros rubros, son por lo general trabajadores autónomos o tienen pequeñas empresas. La carga se realiza en vehículos que en muchos casos están directamente obsoletos.
Un grupo de transportistas autoconvocados a través de las redes sociales comenzaron a agitar tiempo atrás la idea de realizar medidas de fuerza. Se realizó una reunión en Pilar de Córdoba con transportistas de Buenos Aires, Santiago del Estero, Córdoba y Chaco. Se llamó a una serie de paros, con medidas de amedrentamiento para los camioneros que no se acataron. El grupo de autoconvocados no responde a las entidades del sector y su idea es continuar con las medidas. “Ambos sectores –entidades del agro y de transportistas– coincidieron en el repudio a las medidas intimidatorias contra los trabajadores y a los hechos de violencia en rutas del país y que está afectando a ambos, al paralizar la producción, el comercio exterior y el abastecimiento, al mismo tiempo que no deja trabajar a los transportistas”, dice el comunicado del Ministerio de Transporte. Entre los reclamos está la reinstalación del cuadro tarifario regulado. La Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (Ciara) advirtió en un comunicado que la semana pasada se produjo una reducción del 70 por ciento de los vehículos que llegaron a las plantas procesadoras y a los puertos, y que en estos días la baja se extendió al 90 por ciento.