Graciela Molina Hernández, de 57 años, fue asesinada a puñaladas por su ex pareja en el palier de su departamento en Almagro. Unos pocos días atrás, luego de ratificar la denuncia contra Walter Gómez por violencia machista, el Juzgado Civil N° 86 ordenó entregarle a la mujer un botón antipánico para resguardarse de los ataques de su ex marido. Pero la herramienta no fue ningún impedimento para Gómez: esperó a Hernández en la puerta del edificio, la acuchilló antes que pueda activar el botón y se fugó. Horas después, el femicida se entregó a la policía.
Ayer por la tarde, Gómez aguardó varios minutos enfrente del edificio ubicado en la calle Humahuaca 3964, en pleno barrio de Almagro. En su cabeza, el femicida parecía tener todo resuelto: al no poder ingresar más con sus llaves al departamento donde vivía su ex esposa, Molina Hernández, luego que la mujer lo denunciara por violencia de género (y la Justicia disponga una orden de restricción y un botón antipánico) el hombre de 73 años decidió esperar a que ella regresara a su casa luego de trabajar. Los horarios de su ex esposa los conocía de memoria.
Por eso, cuando la mujer llegó hasta el portón del edificio, según consta en las cámaras de seguridad, Gómez corrió hasta la entrada e ingresó al palier con ella. “En unos pocos minutos, él (Gómez) le clavó una puñalada en el cuello y la mujer cayó al suelo. Luego del ataque, el agresor huyó”, explicó una fuente de la Fiscalía N° 46, a cargo de Adrián Peres.
Al escuchar los gritos de auxilio de la mujer durante varios minutos, los vecinos del edificio dieron aviso al 911. Cuando la Policía de la Ciudad arribó al departamento era demasiado tarde: la víctima yacía muerta. “La herida que tuvo en su cuello provocó que se desangrara demasiado rápido, sin llegar a recibir asistencia”, contó un vocero del SAME.
Mientras que la Policía Científica de la Ciudad realizaba el peritaje en la calle Humahuaca, desde la Fiscalía 46° se solicitó una orden para que se encuentre a Gómez. La medida no hizo falta ya que a los pocos minutos, el agresor se presentó en el Departamento Central de la Policía Federal y quedó detenido. Por su parte, la causa cayó en manos del juez en lo Criminal y Correccional 23, Roberto Ponce.
Molina Hernández, madre de una chica de 20 años, ya había alertado en la Justicia la violencia machista de su ex marido. A principio de enero, se acercó a la Comisaría de la Mujer para denunciar a Gómez por reiterados episodios de violencia de género. El Juzgado Civil N° 86 dictó una orden de restricción para el femicida, quien pese a esa advertencia siguió estacionando su taxi en la cochera del edificio del barrio de Almagro.
El 26 de enero, Gómez volvió a amenazar a su ex esposa y Molina Hernández volvió a ratificar la denuncia en la Justicia. Esta vez, el Juzgado dispuso que la Superintendencia de Violencia Familiar y de Género de la Policía de la Ciudad le entregue a ella un botón antipánico para resguardarse del accionar de Gómez. La herramienta fue entregada en mano el 5 de febrero. Molina Hernández no llegó nunca a activarlo.
Informe: Jeremías Batagelj.