El Che Guevara patinando en el espacio sobre la tabla de Marty McFly. Robocop comiéndose una clásica porción de muzza mientras pasea por la República de los Niños o Bojack Horseman alentando una pelea de boxeo del Mono Gatica. Apenas unos pocos ejemplos de lo que sería el costumbrismo argentino reactualizado según el heroico sello independiente Galería Editorial. Hace pocos meses, justo a tiempo para el día de la lealtad peronista, esta pequeña editorial de amigos oriundos de Bahía Blanca, lanzó a los estantes de las librerías uno de sus proyectos más ambiciosos y de más larga producción: ¿Dónde está Perón?, un flamante libro-objeto de tapa dura y grandes proporciones que, sin ironía, con afecto por el personaje, busca revisitar la historia local a través del legado que el peronismo y todas sus complejidades imprimieron en la identidad cultural argentina. Diez láminas a todo color que, a la manera del clásico ¿Dónde está Wally?, invitan al desafío de buscar y encontrar a Perón en medio de diferentes escenas de su historia, pero también, acompañado de un gran arsenal de personajes y referencias de la cultura pop.
“Perón se oculta entre objetos de lo más diversos, en medio de personas y personajes del pasado y el presente que conviven en una misma lámina, en simultáneo, en un mismo tiempo y espacio. ¿Acaso no es eso el peronismo?”, adelantan elocuentemente los autores en la contratapa de este chispeante libro. “Queríamos poner al peronismo en una situación actual, trabajar bajo la idea del Peronismo como un elemento de la cultura popular argentina que se está desarrollando todo el tiempo, que convive con diferentes contextos. Por eso al lado de Perón tenes a Gokú, Pikachu o Los Simpsons”, cuenta Matías Duarte (¿qué apellido podría ser mas adecuado?), que desde hace 7 años comparte junto a Ioni Scheines todos los roles de gestión de su pequeña, pero cada vez más pujante editorial. Por la misma han desfilado autores tan inclasificables como Andrés Alberto, Juan Vegetal o Ariel Lopez V. y su personalidad ya es conocida entre los aficionados por estar en un lugar marginal entre la ilustración, la historieta, o el humor gráfico. Un perfil de libros extraños e improbables, que se hacen por capricho o convicción personal. “Pensamos simplemente en libros que nos encantaría que existan, algo que nos gustaría que nos regalaran a nosotros. Creo que además estamos en un nicho medio marginal, difícil de clasificar, lo que hace que nos lleguen propuestas de proyectos muy raros”, aclara Ioni.
Por esto mismo, el sociólogo Mariano Echeconea no dudó mucho al elegirlos para materializar esta idea que le venía rondando como un pensamiento suelto hace un tiempo. Un buscando a Wally versión criolla. Con Perón de protagonista, obvio. Idea casi imposible de realizar, o más bien, difícil de encontrar el hogar editorial que entendiera del todo sus características y que quisiera embarcarse en el proyecto. “Yo creo que algo de su éxito se debe a que el libro busca apartarse de tomar partido y busca más bien entender el peronismo y enmarcarlo en lo popular. Vos podes decir que no sos peronista, pero inevitablemente el peronismo excede esa consigna, configuró algo de tu historia colectiva como argentino. El peronismo es tan controversial y tan complejo que todo es válido. Y también era un guiño importante hacerlo ahora, hablar de peronismo en esta época” comenta Ioni.
El trabajo puntilloso de crear estas láminas enmarañadas y llenas de detalles –cualquiera podrá recordar el desafío que implicaba de niño encontrar a Wally en esas enormes escenas pobladas de personajes– estuvo a cargo del músico e ilustrador Antolin Olgiatti, que durante dos años tuvo la tarea de reproducir estos escenarios con la misma lógica del Wally original pero llenándolas de referencias renovadas. Conocido tanto por sus melancólicas canciones capaces de mezclar seriamente historias de amor con escenas de Volver al futuro o por sus ilustraciones que se propagan de internet, con remixes existencialistas de personajes pop, películas y juegos de video, Antolín parecía el artista perfecto para este trabajo. El resultado fue un libro poblado de hermosos retratos en miniatura, con pocos elementos y alejados del rococó. Con su inconfundible estilo de línea simple y a todo color, las imponentes láminas terminas de completar la idea de Perón como un ícono pop.
“Queremos que sea el mismo Perón el que está hablando sobre las láminas, así que agregamos fragmentos de sus discursos. Además quisimos poner varias capas de sentido a cada una. Para que no sea chato, no solo buscas a Perón, podés buscar una lista de un montón de otras referencias de la historia argentina, aprender de esas láminas”, dice Matías. Por eso mismo, el libro también apuesta por un costado educativo. Más allá de ser un imponente objeto de entretención, incluye una guía para docentes con ejercicios que buscan posicionarlo también como disparador para profundizar asuntos históricos, económicos, culturales y sociales de una forma lúdica para chicos y adolescentes. “Además del costado divertido, pensamos cómo podría ayudar esto en un aula. Plantear preguntas como quiénes son estas personas, por qué Perón está en estos escenarios y enmarcarlo en su contexto. Además de encontrar a Perón, encontrás artistas, escritores, personajes, obras de arte argentino” agrega Ioni.
Aunque salió el año pasado en una modesta reunión al aire libre fuera de un taller de chapa y pintura –parrilla de choripanes y música de Leonardo Favio mediante– el libro ya se ha convertido en un pequeño fenómeno editorial y el favorito indiscutido de los libreros locales. Esquivando las grandes cadenas ¿Dónde está Perón? se vende por internet y es número obligado en toda librería de barrio, de circuito independiente o de mediano alcance de la ciudad. El insólito volumen esta a punto de lanzar su segunda edición y parece burlarse de todos, sugiriendo que ni bien se logra encontrar a Perón en esa enmarañada y colorida red de memorabilia pop, se encuentran inmediatamente un montón de nuevas y complejas preguntas: “Preguntarse dónde está Perón es abrirse paso en una historia de dramas y leyendas, pero también en la tragedia moderna y nacional de cada día. En esta confusa alquimia donde orbita la identidad del pueblo argentino”.