Miembros de la Policía de la Ciudad allanaron ayer por segunda vez el Sanatorio de la Trinidad, en donde el martes murió la periodista y legisladora Débora Pérez Volpin durante una endoscopía, pero no encontraron el video del estudio médico, que era uno de los elementos que la fiscalía había ordenado buscar y que, según voceros de la investigación, debería haber sido registrado. La policía secuestró el endoscopio con el que se realizó el estudio, la computadora y exámenes previos realizados a la fallecida. Antes del allanamiento, el abogado de la familia de la legisladora había afirmado que, a partir de los datos de la autopsia brindados por el perito de parte, creen que la lesión que causó la muerte de Pérez Volpin fue provocada durante el estudio. Los restos de la legisladora fueron inhumados ayer a la tarde en el cementerio de la Chacarita, luego de que el cortejo, que partió de la Legislatura porteña, se detuviera en Canal 13 para que sus ex compañeros y ex compañeras pudieran darle un último adiós.
“No hay video porque el endoscopio no grababa; la clínica niega que el procedimiento esté filmado”, aseguró una fuente policial que participó del operativo. Voceros de la investigación, por su parte, advirtieron que este tipo de estudios “siempre se graban”, pero que “a la clínica no le conviene mostrar la filmación y por eso lo niegan. Quedará como una negligencia no haberlo filmado, pero para ellos es peor es entregar la prueba”.
El operativo comenzó pasadas las 13 y fue realizado por el departamento de Cibercrimen de la Policía de la Ciudad, por orden del juzgado correccional 57, a cargo del juez Gabriel Ghirlanda. Según explicaron fuentes del Ministerio de Seguridad porteño, el objetivo principal del allanamiento era encontrar el video de la endoscopía y el registro escrito en el que está descripto qué fue lo que ocurrió durante el estudio. La policía secuestró el equipamiento completo del endoscopio; información digital e impresa del resonador magnético y tomografía; información del equipo anestésico y otros estudios realizados a la paciente, como análisis de sangre y electrocardiogramas. En el primer operativo, que se había realizado el miércoles, la documentación secuestrada incluía la hoja de guardia, la historia clínica de la legisladora y el libro de enfermería.
Ayer a la mañana, Diego Pirota, el abogado de la familia de Pérez Volpin, aseguró que no tenía dudas de que “algo sucedió durante la endoscopía”, en base a la primera información de la autopsia obtenida por el perito de parte, el gastroenterólogo Ernesto Da Ruos. “Si las lesiones se provocaron por una imprudencia o por razones naturales del procedimiento lo desconocemos, pero doy por sentado que esas lesiones existen por lo que informaron los peritos”, agregó. El abogado apuntó que “todavía no se puede saber qué pasó con Débora”, ya que “hoy las medidas tienen que ver con cuestiones de la medicina; la semana que viene estarán los resultados del análisis de los tejidos más las conclusiones de la autopsia y a partir de lo que la ciencia nos diga la causa va a poder tomar un curso de acción y trazar un horizonte”. Los resultados finales de la autopsia estarán disponibles el viernes.