Omar Plaini se refirió a la situación que atraviesa la CGT, de la que estimó que “hay que salir de los personalismos, los yoísmos, lo egos y las vanidades”, algo que definió como “un grave problema” que abarca a “la dirigencia de toda índole”. Opinó que si eso no se resuelve, el gobierno podría ser reelecto "y eso sería muy grave para las familias argentinas" y confirmó la adhesión de su gremio a la marcha prevista para el 21 de febrero.
Para el líder de los canillitas, “hay que ir a un nuevo formato de CGT, no digo de las organizaciones de base”, dado que “ya no hay una sola persona que pueda liderar al conjunto de las organizaciones sindicales confederadas y que sintamos que todos estamos representado en nuestras convicciones y sigamos a ese líder”. Consideró que el último fue Hugo Moyano “hasta 2011, pero después tuvimos muchas dificultades. Y lo mismo veo en el Movimiento Nacional Justicialista”.
En ese sentido, apuntó que “lo posible fue el triunvirato y hoy vos ves que hay muchas fracciones dentro de la CGT”, en alusión a las disputas que salieron a flote por la convocatoria de Moyano a marchar contra el Gobierno prevista para el 21 de febrero, algo a lo que no adhirió en pleno la central obrera. “Por eso creo que hay que cambiar el formato, darse un programa y una metodología. Y esto si lo trasladás al PJ, ocurre algo similar", agregó en relación a un “formato por lo menos de superestructura” que caracterizó como “agotado”, además de que “necesitamos un debate de una propuesta que vuelva a interesar a la mayoría de la ciudadanía”.
Con todo, describió el presente como “producto de la crisis” que generó “la derrota de 2015”, tanto en la CGT como en el peronismo. “La CGT no está en una burbuja, aislada de la crisis de liderazgo del peronismo”, argumentó. Sostuvo que, así, “la unidad y la verticalidad van a ser muy difíciles”, y que “en el PJ pasa lo mismo”, donde “Cristina tiene un liderazgo importante y hay otros sectores que dicen no”. Añadió que “nosotros no dimos el debate después de la derrota” y que “algo debimos hacer mal para que tengamos este gobierno de este sesgo que mintió en la campaña y vivamos estas consecuencias para los sectores populares”.
Plaini encuadró la situación actual en las discusiones que genera la figura de Hugo Moyano, a quien definió como “un líder, si no, no tendría la capacidad de hacer la convocatoria del 21”. Matizó: “Hay un montón de organizaciones que sienten que no los representa”. Y estimó que “creo que se equivocan los compañeros que no son solidarios con las organizaciones que van y reclaman”.
Sobre la puja del líder camionero con el Gobierno, dijo desconocer “si hubo un acuerdo entre Moyano y Macri” y que “había una relación que no era ésta”, en la que el presidente “lo invitaba a comer milanesas” y que “a partir del avance” macrista “con determinadas reformas se deterioró la relación”.
Sobre el proyecto de reforma laboral contó en Radio Cooperativa que “hubo un gran debate interno” en la CGT y “sentimos que el gobierno nos jugó otra vez una mala pasada”, porque “fuimos a acordar una cosa e hicieron otra totalmente distinta”; y desde entonces se planteó “unanimidad” en Azopardo 802 “contra el avance del gobierno contra los sectores populares, más allá de las diferencias hemos convivido con las dificultades”. También definió como “actitud provocativa” el tratamiento de la reforma previsional .
En cuanto a la relación con el Gobierno, estimó que la Rosada “busca esmerilar” a través de “una campaña mediática muy fuerte” basada en “barbaridades que se están diciendo de mafias”. Afirmó que “se generaliza y es una barbaridad. Por seis o siete casos nos juzgan a todos por igual, es un horror, una arbitrariedad que se haga eso”. También, que la administración macrista “inteligentemente fragmenta, negocia por sectores, por gremios y va en detrimento nuestro. Nosotros que tendríamos que ser algo monolítico en función de lo que está pasando en el país”.
Al respecto, recordó que “somos entidades privadas y no manejamos recursos públicos y a los dirigentes los tienen que juzgar sus propios afiliados porque manejamos sus recursos”, y opinó que lo que hay es “una campaña de los dirigentes para desprestigiar” a los sindicatos. “Para los que tienen un pensamiento neoliberal como este gobierno el gobierno el mejor sindicato es el que no existe o el más débil”, cerró.