En medio de una creciente presión interna, la canciller alemana, Angela Merkel, insistió ayer en la televisión pública del país en que tiene intención de agotar una cuarta legislatura en caso de que los militantes del Partido Socialdemócrata (SPD) den luz verde al acuerdo de gran coalición de gobierno pactado.
“Los cuatro años son lo que yo prometí. Y yo soy de las personas que mantienen su palabra”, declaró la dirigente en una entrevista emitida ayer en el canal ZDF. Merkel, que fue duramente cuestionada por numerosos miembros de su bloque conservador una vez se hizo público el reparto de ministerios en el que su formación sale mal parada, admitió que ceder la cartera de Finanzas al SPD fue “doloroso” pero advirtió que la única alternativa posible a ello sería no formar gobierno, tras más de cuatro meses con un Ejecutivo en funciones.
“Mi partido seguramente ha pagado un alto precio por formar gobierno estable, pero no hubiese sido responsable que las negociaciones fracasasen debido a los ministerios”, subrayó.
A la espera de que más de 460.000 militantes del SPD den luz verde a la reedición de una nueva gran coalición, conservadores y socialdemócratas ya se han distribuido las carteras. En el reparto acordado, los socialdemócratas salen ganando y se hacen cargo del todopoderoso Ministerio de Finanzas, que en las últimas dos legislaturas fue dirigido con mano de hierro por Wolfgang Schäuble, correligionario de Merkel y artífice de la política de austeridad alemana.
Además, el SPD, con tan solo el 20,5 por ciento de los votos en las elecciones del pasado 24 de septiembre –su peor resultado histórico–, asume otras carteras clave como Exteriores, Justicia, Familia y Trabajo y Asuntos Sociales.
Merkel, que gobierna ininterrumpidamente desde 2005, espera contar con el beneplácito de los militantes del SPD para poder encadenar su cuarto mandato consecutivo. Su partido ganó las elecciones del pasado 24 de septiembre pero sin la mayoría para formar gobierno. De ahí que necesite del apoyo de los socialdemócratas para contar con un gabinete estable.
Sin embargo, los socialdemócratas no generan confianza en la opinión pública. La mayoría de los alemanes considera que el SPD no está preparado para gobernar, según reveló ayer un sondeo encargado por el portal de noticias “t-online.de” al Instituto Civey.
A pesar de que el Partido Socialdemócrata (SPD) se hará cargo previsiblemente de los ministerios de mayor peso en el futuro gobierno alemán, el 67,1 por ciento de los ciudadanos del país se muestra escéptico en torno a la asunción de poder por parte de la formación, mientras que un 25,6 por ciento lo vería con buenos ojos.
La encuesta se publicó el mismo día en que el partido avanzó que esperará a marzo para desvelar el nombre de los miembros que ocuparán cargos ministeriales en el futuro Gobierno de coalición, en aras de calmar los ánimos tras el terremoto político vivido en la formación en los últimos días. “Le recomiendo a mi partido que las decisiones sobre cargos se tomen después de la consulta que haremos a las bases”, dijo el secretario general del SPD, Lars Klingbeil.
Con este proceder, la cúpula socialdemócrata quiere evitar que la publicación de nombres pueda poner en peligro el beneplácito de las bases del partido al pacto con los conservadores.