En las últimas dos décadas se registraron diversos eventos que involucran la muerte de la biota acuática: los ríos San Javier y Carcarañá, los arroyos Totoras y Ubajay, entre otros, además de varias veces el gran Paraná, fueron escenarios de graves muertes masivas de peces como se vuelve a registrar en días recientes. Esta semana, funcionarios del área de ambiente de la provincia de Santa Fe dijeron inmediatamente que la mortandad acuática se trataba de "falta de oxígeno debido a las altas temperaturas".

En presencia de un modelo imperante de producción agrícola extractivista, basado en transgénicos y agrotóxicos, que en 20 años pasó a aplicar en los suelos argentinos de 30 a 420 millones de litros de agrotóxicos, que deforesta al ritmo de unas 90 mil hectáreas por año, generando suelos que no absorben, con un impacto altísimo sobre la salud humana como lo corroboran los más de 30 Campamentos Sanitarios de la Universidad de Rosario y mapas epidemiológicos elaborados por las poblaciones afectadas; ateniéndonos a las manifestaciones de miles de ciudadanos que habitan en la cuenca del Paraná que le otorgan relevante responsabilidad al escurrimiento de aguas de inundación de campos fumigados, nos preguntamos:

¿En qué medida la dinámica de conjunción de los agrotóxicos encontrados en esta ocasión en supuestas bajas proporciones afectan al sistema inmunológico de los peces haciéndolos vulnerables a los cambios bruscos de temperaturas, contribuyendo a la mencionada mortandad de fauna ictícola?

¿En qué proporción el avasallamiento de la frontera agroindustrial sobre los bosques nativos genera avances y retrocesos bruscos de los niveles fluviales afectando los procesos naturales de la biota acuática (aportando en las crecidas materia orgánica que el sistema no llega a soportar)?

¿Por qué se le atribuyen causas naturales a la mortandad y en todos estos años no se ejecutaron acciones adecuadas al marco científico para monitorear el impacto del modelo agroindustrial sobre nuestros ríos?

Por ello, solicitamos a las autoridades del Ministerio de Ambiente de la provincia de Santa Fe:

  • Se implementen medidas de prevención de la salud adecuadas ya que la acumulación de peces muertos y en descomposición es un foco contaminante peligroso para la vida humana y la fauna local, como así también se prevean medidas para sostener a los pescadores artesanales, seriamente afectados en su sustento diario por la situación que les toca vivir.
     
  • Se generen medidas urgentes desde el estado provincial para producir alimentos sin agrotóxicos de manera extensiva, implementado la ciencia de la Agroecología y se detenga así de manera urgente los procesos contaminantes de la agroindustria extractivista.
     
  • Se realicen controles y sanciones eficaces sobre cursos de agua, impidiendo desmontes y fumigaciones ilegales en el territorio provincial; obligando a quien produce daños en el ambiente a reparar y sanear.

Luego de más de dos décadas de implementación del modelo basado en trasngénicos y agrotóxicos que mercantiliza la vida, el territorio argentino se ha convertido en un laboratorio experimental a cielo abierto. Por ello sostenemos: la naturaleza avisa, no traiciona.

Es urgente que nos hagamos eco de sus manifestaciones, por el bien y la salud de la población santafesina.

 

* Integrante de la Multisectorial Paren de Fumigarnos Santa Fe