El titular de la Reserva Federal, Jerome Powell, habló ayer por primera vez ante la prensa tras asumir en la entidad e intentó transmitir tranquilidad a los mercados. “Estaremos alertas ante cualquier riesgo para garantizar la estabilidad financiera”, mencionó. Lo dijo por la fuerte volatilidad que registraron acciones y bonos en las principales plazas bursátiles del mundo en los últimos días. Wall Street registró la semana pasada la peor caída en puntos de su historia. “La Reserva Federal seguirá un proceso gradual de ajuste monetario”, planteó. Aseguró que la baja de las bolsas no lo detendrá para aumentar la tasa de interés de referencia a lo largo del año, pero siempre observando que no se generen problemas sistémicos.

  Powell indicó que “la Reserva Federal se encuentra en un proceso de normalización gradual tanto de los tipos de interés como de la hoja de balance, con la perspectiva de extender la recuperación y mantener la persecución de nuestros objetivos”. Los objetivos de tipos de interés se encuentran en el rango de 1,25 y 1,5 por ciento, y se esperan tres subas en 2018 si sigue la recuperación económica. Las palabras del titular de la Reserva Federal, según analistas internacionales, transmitieron tranquilidad en los mercados. El lunes fue una jornada tranquila en Wall Street y ayer los principales índices registraron leves subas a lo largo de la jornada. 

  En el mercado local, los operadores ya no sólo miran qué ocurrirá con la Reserva Federal sino que se encuentran atentos a las decisiones del Banco Central. Esta semana la autoridad monetaria deberá definir nuevamente la tasa de interés de referencia y si decide bajarla, podría provocar nuevas presiones sobre el dólar. La divisa llegó a cotizar la semana pasada hasta 20,65 pesos y los analistas consideran que, si la autoridad monetaria sigue con la reducción gradual de la tasa, la divisa pegará otro salto. Algunos consultores de la city le recomiendan al Central que, ante el clima de volatilidad en el mundo, no es una buena idea bajar las tasas, que actualmente se ubican en 27,25 por ciento. Pero en el Central deben responder a una orden explícita del poder ejecutivo para que continúe en una política de baja gradual.