El secretario adjunto de Camioneros, Pablo Moyano, reiteró ayer que la marcha del 21F será “multitudinaria” no sólo por la capacidad de movilización de los gremios convocantes sino fruto de la decisión del Gobierno de mantener el actual rumbo económico que “nos da más fuerzas para seguir peleando”. En ese sentido reconoció que la situación económica y social “sobrepasó la pelea de los camioneros” con el gobierno. En tanto, el titular de la CTA de los Trabajadores, Hugo Yasky, consideró que los sindicalistas que se bajaron de la marcha “también se bajaron de la dignidad hace rato”.
Moyano no tiene duda sobre el éxito de la movilización. Ayer insistió en ello luego de firmar junto al titular de UTE-Ctera, Eduardo López, un convenio de cooperación entre el comedor infantil Pequeños Camioneritos y la Asociación Civil Isauro Arancibia. Allí convocó a salir a la calle para “demostrar que no vamos a abandonar la lucha” porque consideró que el gobierno de Mauricio Macri continúa “sacándole derechos a los trabajadores, a los jubilados y a los chicos”.
Uno de los argumentos que esgrimieron los sindicalistas para no participar de la marcha fue que giraba alrededor de reivindicaciones del sindicato de Camioneros. Tal vez por ello Moyano señaló que “la pelea sobrepasó” al gremio que conduce su padre Hugo Moyano e indicó que el 21F “miles de trabajadores vamos a decirle al Gobierno ‘basta de ponerle techo a las paritarias, basta de despidos, de seguir perjudicando a los jubilados, de impuesto a las ganancias’ y ojalá de una vez por todas entiendan que no se puede seguir gobernando para un solo sector que son los que más han ganado”, dijo.
En tanto, Yaksy también consideró que la marcha será multitudinaria pero durante una entrevista del programa A los Botes, de radio Futurock, prefirió concentrarse en aquellos dirigentes gremiales que desistieron de participar. “Se bajaron del compromiso con la clase trabajadora, de la dignidad, de la necesidad de ponerle un límite a este gobierno que ha sido tan duro con los más humildes”, indicó.
El también diputado nacional del FpV concentró sus críticas en el triunviro Carlos Acuña, quien como vocero del grupo que conduce Luis Barrionuevo anunció la defección. Yasky señaló que “es un aporte invalorable a la credibilidad de la convocatoria” porque permite dejar en claro que “el sector de Barrionuevo, que además no aporta en las movilizaciones más que la presencia de un puñado de dirigentes, haya sincerado cómo son las cosas”. La actitud pendular de Acuña tuvo su mayor expresión la semana pasada cuando pasó de considerar a Héctor Daer como un “carnero” por no sumarse a la marcha para luego tomar una actitud similar a la que criticó.
“Necesitamos que la gente recupere la confianza en quienes la convocan. Este ha sido un aporte invalorable”, dijo Yasky en referencia a Acuña.
Otro dirigente que vaticinó que la marcha será “multitudinaria” fue Omar Plaini de Canillitas. Y si bien señaló que los dirigentes sindicales que contribuyan al éxito de la movilización realizarán un aporte importante a la construcción electoral del año próximo. Pero para el dirigente de los vendedores de diarios antes también se debe reorganizar la CGT y en ese sentido advirtió que es preciso terminar con el modo de conducción tripartito porque “no dio los resultados esperados”.
En su crítica Plaini no hizo nombres pero señaló que para resolver estas divisiones es preciso consensuar un programa común, trabajar en una organización un poco más horizontal en cuanto a la toma de decisiones y una vez resuelto estos puntos recién definir quién conducirá la central obrera. Incluso el dirigente canillita indicó que esta crisis no es exclusiva de la CGT sino que también abarca a la CTA. Eso sí, entiende que las razones de estas fracturas tienen mucho que ver con “la crisis del campo nacional y popular producto de la derrota” en 2015.