“Los líderes son narradores. Todas las grandes organizaciones nacen de un relato convincente. Este pensamiento organizador central ayuda a las personas a entender para qué y por qué están.”

James Kerr, autor del libro Legado


Existen tantas definiciones de liderazgo como autores que investigaron el tema. La teoría del liderazgo carismático y transformacional tiene como principal precursor a Bernard M. Bass (1985), quien se basó en las ideas originales acerca de estos enfoques de House (1977) y Burns (1978). La mayoría de las teorías sobre el liderazgo transformacional y carismático toman en cuenta tanto los rasgos y conductas del líder como las variables situacionales, lo que da lugar a una perspectiva más abarcadora que el resto de las orientaciones descriptivas. En la década del ‘80, Bass inicia sus investigaciones en los ámbitos militares, de salud, empresarial y luego en los educativos. Mediante la aplicación de un cuestionario multifactorial, ha identificado los estilos de liderazgo: transformacional, transaccional y No liderazgo. Cabe aclarar que aunque el concepto de liderazgo transformacional se debe a James MacGregor Burns (1978), años más tarde es Bass quien operacionalizó este enfoque. Según Bass y Avolio (1994), “el conocimiento de los factores contextuales que típicamente afectan a los equipos, puede ser útil a los líderes para ayudarles a entender y vencer los obstáculos organizacionales que impiden el desarrollo eficaz del grupo”. Entre los aspectos del contexto que afectan al funcionamiento de los equipos, los autores señalan a la cultura como el fundamental.

Por su parte, Robert House (1977) elaboró su propuesta teórica acerca del liderazgo de tipo carismático. El autor trató de determinar cuáles rasgos y conductas diferenciaban a los líderes del resto de las personas. En esta teoría cobran especial importancia las actitudes y percepciones que sostienen los seguidores respecto de sus líderes. Burns (1978) construyó su propia teoría acerca del liderazgo transformacional. Esta entiende al liderazgo como un proceso de influencia en el cual los líderes influyen sobre sus seguidores. Según Bass (1985), un líder transformacional es aquel que promueve el cambio y/o la innovación en la organización incitando a los seguidores a que trasciendan sus objetivos personales, para lograr el cambio y llegar a niveles de producción que superen lo esperable. Actúa básicamente a través del carisma, sintetizando la información del medio y promoviendo la cohesión del grupo. El líder transaccional, según este autor, se basa en el intercambio de promesas y favores entre líder y seguidor. Negocia “transacciones” para conseguir los objetivos de la organización. Por último, el estilo laissez faire es la ausencia de liderazgo y, por definición, el más ineficaz e inactivo.

No existe un líder eficaz cuyas características lo vuelven eficaz en todas las situaciones. El liderazgo es un proceso comportamental que intenta influenciar a los individuos y los grupos, con la finalidad de que se consigan unos objetivos determinados. El liderazgo eficaz es la síntesis de las cualidades del líder, estilos o preferencias de liderazgo, los factores situacionales y las características de los liderados (Martens, 1987).

Definición a secas

Peter Drucker, en la introducción del libro El Líder del futuro, de Hesselbein, Goldsmith y Beckhard (2007), subraya cuatro aspectos muy sencillos de quien ocupa este rol:

1. La única definición de un líder es alguien que tiene seguidores. Algunos individuos son pensadores, otros profetas. Ambos papeles son importantes y muy necesarios. Pero sin seguidores no puede haber líderes.

2. Un líder eficaz no es alguien a quien se le quiera o admire. Es alguien cuyos seguidores hacen lo que es debido. La popularidad no es liderazgo. Los resultados sí lo son.

3. Los líderes son muy visibles. Por consiguiente establecen ejemplos.  

4. El liderazgo no es rango, privilegios, títulos o dinero: es responsabilidad.

Otra gran definición, que uno toma del colega y amigo Alfredo Fenili (2003), es que el líder es un director de orquesta que permite que los instrumentos suenen de tal manera que se exprese la melodía. Para eso, no se olvida de que cada instrumento (y persona que lo domina) es importante y necesario. Para complementar, vale destacar que el liderazgo siempre debe saber pasar de la planificación a la acción. En otras palabras, es lo que da a una organización su visión y capacidad para traducir esa visión en realidad.

Modelo multidimensional de liderazgo en el deporte

A la hora de intensificar la búsqueda sobre modelos de liderazgos que arrojen resultados positivos en el mundo de la pelota (no sólo de  fútbol), se puede calificar a la teoría volcada al papel, allá lejos en el tiempo, en 1978 para ser más precisos, por el profesor Packianathan Chelladurai, a quien siempre se lo mencionará únicamente por su apellido. Fue él quien construyó el Modelo Multidimensional de Liderazgo (MML), muy utilizado en esta área y referente a lo largo de los años en este tema. Este modelo es acompañado por una herramienta de medición denominada Escala de Liderazgo para el deporte (LSS, sus siglas en inglés), que trabaja sobre cinco conductas: entrenamiento e instrucción, conducta democrática, conducta autocrática, el apoyo social y el feedback positivo. Dicho modelo describe una conducta actual del líder, una conducta preferida y una conducta requerida. Y tiene en cuenta las características del líder, de los atletas y las situacionales. La hipótesis central sugiere que la performance del equipo y el nivel de satisfacción del atleta individual, están en función con la medida de la conducta actual del líder, y si esta es congruente con la conducta requerida del líder.