Arsenal, comprometido en la lucha por la permanencia en la Primera División, venció ayer a la tarde a Vélez 2-1 en Sarandí, logró así su primer triunfo en el campeonato y al término del partido sufrió la renuncia de su entrenador, Lucas Bernardi, que apenas estuvo cinco partidos sentado en el banco del conjunto del Viaducto. El ex volante de Newell’s había llegado al cargo el 12 de noviembre pasado, en reemplazo de Sergio Rondina, y cerró su ciclo con una victoria, dos empates y dos derrotas.

El local sabía que de ganar iba a ponerse a tiro de El Fortín en la lucha por zafar del descenso, donde se colocó a cuatro puntos, y de paso se alejaría de los cuatro lugares que se irán a la B Nacional. Por ende, no mezquinó intensidad en el transcurso de los noventa minutos y, sin tanta lucidez, consiguió festejar ante su público.

Si bien en el inicio hubo una marcada paridad, con un juego trabado en el mediocampo, el dueño de casa mostró una gran actitud y entrega para conseguir la ventaja inicial en los pies de Velázquez. 

Una vez arriba en el marcador, los conducidos por Bernardi apostaron al contragolpe y al orden defensivo frente a un rival sin demasiadas ideas para romper el cerrojo. De hecho, luego de la expulsión de Gianetti, Arsenal consiguió un premio grande en relación con el desarrollo del partido y a la elaboración dentro de la cancha cuando Marín metió un cabezazo que terminó dentro del arco de Assmann, quien recibió una clara falta de Brunetta, que el árbitro ignoró. 

A diferencia de la primera etapa, en el complemento Vélez buscó continuamente romper con la resistencia de Santillo, una de las grandes figuras de la jornada, algo que recién consiguió con un penal de Barcos.

Sin embargo, el elenco de Omar De Felippe cayó nuevamente luego de cuatro fechas, a pesar del amor propio que mostró, pero que esta vez no resultó suficiente para prolongar el buen momento con el que arribó a Sarandí.